La incansable búsqueda de justicia: Martín, el padre que dedicó 30 años a perseguir al asesino de su hija

Se dedicó 30 años a perseguir al asesino de su hija y lo encontró. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia ha dado a conocer la extradición de Jaime Saade, el hombre condenado por el homicidio de Nancy Mestre, una joven de 18 años cuyo caso conmocionó a todo el país.


En una declaración emitida el jueves, se informó que Saade fue trasladado desde Brasil hacia Barranquilla para enfrentar la justicia colombiana.

El anuncio fue realizado por el embajador colombiano en Brasil, Guillermo Rivera, quien destacó la cooperación entre las autoridades de ambos países para llevar a Saade ante la justicia.

Esta extradición marca el fin de una larga búsqueda de justicia por parte de la familia de Nancy Mestre, especialmente su padre, Martín Mestre, quien dedicó casi tres décadas a la causa.

El caso de Nancy Mestre se remonta a la víspera de Año Nuevo en 1994, cuando la joven fue asesinada por su novio, Jaime Saade.


El crimen conmocionó a Colombia y dejó una marca indeleble en la comunidad. Nancy, una estudiante prometedora con aspiraciones diplomáticas, fue arrebatada de forma trágica en la flor de su juventud.

Saade, quien huyó de Colombia después del crimen y se estableció en Brasil bajo una identidad falsa, fue finalmente localizado en 2020 gracias a los esfuerzos de búsqueda incansables de Martín Mestre.

Su persistencia y determinación fueron clave para llevar al asesino ante la justicia y asegurar que rindiera cuentas por sus acciones.


Este acto de extradición no solo representa un paso hacia el cierre de un doloroso capítulo en la vida de la familia Mestre, sino también como un mensaje de esperanza para todas las víctimas y sus seres queridos que buscan justicia en Colombia y en todo el mundo.

El Crimen

Nancy, la hija menor de Mestre, tenía el sueño de ser diplomática y estudiar en una universidad en Estados Unidos. Según relató Mestre a la BBC Brasil en 2022, Nancy era una niña alegre y muy estudiosa, que siempre leía y anhelaba estudiar derecho internacional y diplomacia.

Sin embargo, los planes de vida de esta joven de 18 años se vieron trágicamente interrumpidos en la madrugada del 1 de enero de 1994. Esa noche, Nancy había salido a celebrar el Año Nuevo junto a su novio Jaime Saade, a pesar de que su padre le había pedido que volviera antes de las 3 am.


Cuando Mestre se despertó a las 6 am y no encontró a Nancy en su habitación, empezó a sentir una angustia creciente. Salió a la calle a buscarla en discotecas, pero no la encontró. Finalmente, decidió ir a la casa de los padres de Saade, donde vivía el joven. Allí, la madre de Saade le dijo que Nancy «había tenido un accidente» y estaba en la Clínica del Caribe.

Al llegar al hospital, Mestre se encontró con el padre de Saade, quien le mintió diciéndole que Nancy había intentado suicidarse. En realidad, según pudo conocer Mestre después, la joven había sido víctima de una violación, maltrato y había sido dejada inconsciente en la parte trasera de una camioneta por su novio Saade y algunas personas más.

Nancy fue trasladada al hospital, pero permaneció ocho días en estado de coma, luchando por su vida. Sus padres y su hermano Martín pasaban largas horas junto a ella en la habitación del hospital, rezando y cantándole las canciones que ella amaba escuchar de niña. Finalmente, el corazón de Nancy dejó de latir.

Todo este terrible desenlace truncó los sueños y planes de vida de esta joven que anhelaba ser diplomática y viajar a Estados Unidos para estudiar. Una trágica historia que evidencia la violencia y la crueldad que pueden llegar a cometer las personas.

La fuga

Mientras los padres de Nancy sufrían en el hospital y las autoridades investigaban lo sucedido, el principal sospechoso del crimen, Jaime Saade, huyó de Colombia. Según Mestre, el novio de Nancy inició su fuga el mismo día del asesinato y nunca más se le volvió a ver en el país.


La policía descartó rápidamente la hipótesis del suicidio. Los análisis demostraron que Nancy había muerto por un disparo en la sien derecha, a pesar de ser diestra. Esto, sumado al hallazgo de restos de pólvora en su mano izquierda, indicaba que la joven había intentado defenderse.

Asimismo, la investigación concluyó que Nancy había sido violada. Su cuerpo presentaba heridas por todo el lado y, en sus uñas rotas, se encontraron restos de piel, otra evidencia de que había luchado por su vida.

Finalmente, en 1996, dos años después del crimen, un tribunal colombiano condenó a Jaime Saade a 27 años de prisión por asesinato y violación.

Las investigaciones

La trágica muerte de Nancy tuvo un profundo impacto en la dinámica familiar. Tanto Mestre como su esposa se separaron tras el fatídico suceso. Además, el único hijo vivo de la pareja decidió mudarse a Estados Unidos.


Por su parte, Mestre, quien es arquitecto y profesor, se enfocó casi por completo en la búsqueda de Jaime Saade, el principal sospechoso del crimen. Ingresó a cursos de servicios de inteligencia y reactivó los conocimientos que había adquirido como oficial naval para impulsar sus esfuerzos investigativos.

Mestre creó cuatro perfiles ficticios, dos de hombres y dos de mujeres, y comenzó a contactar a los familiares de Jaime Saade a través de redes sociales, buscando ganarse su confianza y obtener información que lo condujera hasta él. Todos los detalles que logró recabar los transmitió a la policía colombiana y a Interpol.

Durante los 26 años que duró la búsqueda, el caso pasó por manos de diferentes funcionarios. Cada vez que había un cambio, Mestre se encargaba de ponerlos al tanto de todo lo investigado hasta el momento.


De las conversaciones mantenidas con los familiares de Saade a través de los perfiles falsos, Mestre obtuvo dos pistas que lo llevaron a sospechar que el sospechoso podría estar en territorio brasileño. Primero, descubrió que un hermano de Saade vivía en Brasil. Además, notó que su familia mencionaba con frecuencia la palabra «Santa Marta», una ciudad costera colombiana con una playa llamada «Bello Horizonte».

Finalmente, Mestre llegó a la conclusión de que Saade podría estar en la ciudad brasileña de Belo Horizonte, y no en Santa Marta, Colombia. Con esta información, la Policía Federal de Brasil y Interpol lograron localizar a una persona con un perfil similar al de Jaime Saade.

Don Martín Mestre, el hombre que buscó por 30 años al asesino de su hija, Nancy Mestre

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