Hace unos años, un joven llamado Ryan Shorter decidió hacer realidad su anhelo de infancia: abrir un zoológico.

Desde temprana edad, Ryan había soñado con este proyecto, pero un día fatídico de inauguración hizo tambalear sus aspiraciones.
«No fue fácil comenzar», confiesa Ryan. A pesar de no ser el estudiante más destacado, persistió en su sueño de trabajar con animales.

Después de graduarse en zoología y obtener una maestría en conservación de vida silvestre, Ryan encontró trabajo como voluntario en un zoológico local. Esta experiencia lo llevó a puestos más destacados en zoológicos de renombre en Londres y Colchester, donde adquirió valiosas habilidades y conocimientos.
La vida dio un giro inesperado cuando Ryan conoció a su pareja Lynsey mientras trabajaba como cuidador de tigres. Juntos, se embarcaron en una serie de proyectos, incluido un intento fallido de establecer una granja de mariposas y un reptilario. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 frustró sus planes.
Fue entonces cuando surgió una oportunidad única: Tropical Wings, un zoológico local, estaba en venta. Ryan y Lynsey decidieron arriesgarse y utilizaron los ahorros de Ryan de su trabajo como pintor y decorador para adquirir el terreno. Con mucho trabajo y determinación, lograron obtener la licencia y abrir las puertas del zoológico en 2022.

Sin embargo, el día de la inauguración resultó ser un desastre. Las condiciones climáticas adversas y una afluencia masiva de visitantes provocaron un caos total. Ryan se enfrentó a críticas y dudas sobre el futuro del zoológico.
A pesar de los obstáculos iniciales, Ryan y Lynsey se negaron a rendirse. Con el apoyo de la comunidad y una dedicación incansable, el zoológico comenzó a ganar popularidad. Ahora, alberga a más de 500 animales de 93 especies diferentes y se ha convertido en un centro de conservación reconocido.

A pesar de los desafíos, Ryan está orgulloso de lo que ha logrado y espera inspirar a su hijo Kai a perseguir sus propios sueños, sin importar los obstáculos que encuentre en el camino.