Roman McConn, un joven de 13 años, ha logrado lo que muchos adultos solo podrían soñar: ayudar a más de 5,000 perros de refugios a encontrar hogares llenos de amor. Roman comenzó su misión a los cuatro años, cuando descubrió la dura realidad que enfrentan los animales que no consiguen un hogar permanente. Al enterarse de que muchos perros son sacrificados, decidió actuar.

Una misión que comenzó con compasión
Roman, junto a su madre, visitó refugios de animales para filmar a los perros y compartir sus historias en redes sociales. Con cada video, buscó sensibilizar al público sobre la importancia de la adopción y brindar a estos animales la oportunidad de encontrar una familia.
“No podía quedarme de brazos cruzados sabiendo que estos perros corrían el riesgo de ser sacrificados”, afirmó Roman. “Sabía que debía hacer algo para ayudarlos a encontrar hogares donde los cuidaran y quisieran”.

Nace Project Freedom Ride
La determinación de Roman no se detuvo ahí. Con el apoyo de sus padres, creó el Project Freedom Ride (PFR), una organización que traslada perros desde áreas con altas tasas de sacrificio, como Texas, hacia regiones del noreste y noroeste del Pacífico, donde existe una mayor demanda de adopciones.
El proyecto también conecta a los perros de refugios con familias permanentes a través de plataformas en línea, lo que amplía sus posibilidades de adopción. Gracias a esta iniciativa, miles de animales han escapado de un destino incierto y ahora disfrutan de hogares seguros.

Reconocimientos y nuevos desafíos
Los esfuerzos de Roman no pasaron desapercibidos. En noviembre de 2018, la ASPCA lo reconoció como el «Niño del Año». Un año después, Roman apareció en The Ellen DeGeneres Show, donde Ellen le otorgó 20,000 dólares para continuar impulsando su organización.
Además, Roman ahora protagoniza su propia serie de televisión, «Roman al rescate», donde comparte sus experiencias y continúa promoviendo la adopción responsable.

Inspirando al mundo a hacer la diferencia
Con apenas 13 años, Roman ha transformado la vida de miles de perros y ha inspirado a personas de todo el mundo a involucrarse en causas similares. Su historia demuestra que la edad no define el impacto que alguien puede tener.
Roman continúa trabajando incansablemente para lograr su objetivo: que ningún perro se quede sin un hogar amoroso. “Si todos hiciéramos un poco, el mundo sería un lugar mucho mejor para ellos”, asegura con una sonrisa.