Kristel Candelario, una mujer de 31 años, ha sido condenada a cadena perpetua tras admitir su culpabilidad en febrero pasado por cargos relacionados con la muerte de su hija de 16 meses, Jailyn, ocurrida el año pasado.

La tragedia se desencadenó cuando Candelario decidió dejar a su hija sola y desatendida en su casa durante ocho días, desde el 8 hasta el 16 de junio de 2023, mientras ella disfrutaba de unas vacaciones en Puerto Rico y Detroit (Míchigan).
Durante este tiempo, la pequeña Jailyn quedó completamente sola, envuelta en mantas sucias y rodeada de heces y orina, según lo descubierto por la policía al llegar a la escena.
La autopsia reveló que Jailyn murió de hambre y deshidratación severa, consecuencia directa de la negligencia de su madre. Sorprendentemente, la niña había perdido 7 libras de peso desde su última visita al médico, que tuvo lugar menos de dos meses antes de su fallecimiento, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación y la falta de cuidado que sufrió.

Michael C. O’Malley, fiscal del condado de Cuyahoga, describió el caso como una tragedia derivada del egoísmo extremo de Candelario, que acabó privando al mundo de una vida inocente y prometedora.
En la audiencia de sentencia, Candelario expresó su arrepentimiento y dolor, afirmando que ruega perdón a Dios y a su hija Jailyn todos los días. Sin embargo, sus palabras no mitigaron la gravedad del delito, y fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Este trágico suceso ha conmocionado a la comunidad local y ha generado un debate sobre la responsabilidad parental y la necesidad de proteger a los niños más vulnerables de la sociedad.
Las autoridades esperan que esta sentencia sirva como advertencia y disuasión para aquellos que descuidan o maltratan a sus hijos.

El caso de Jailyn ha puesto de relieve la importancia de la atención y el cuidado adecuados durante la infancia, así como la necesidad de intervención y apoyo para aquellos padres que luchan con dificultades o situaciones desafiantes.
La memoria de la pequeña vivirá como un recordatorio trágico pero poderoso de las consecuencias devastadoras de la negligencia infantil y el abandono parental.