Una madre en Reino Unido, Lucy, de 39 años, enfrentó una inesperada barrera al intentar obtener el pasaporte para su hija de seis años, Khaleesi. El nombre de la pequeña, inspirado en el personaje de Daenerys Targaryen de la famosa serie Game of Thrones, provocó que los funcionarios británicos rechazaran inicialmente la solicitud de pasaporte, alegando que necesitaban la aprobación de Warner Bros., la compañía propietaria de la marca registrada de la serie.
Khaleesi, que estaba emocionada por sus primeras vacaciones a Disneyland París, vio sus sueños momentáneamente truncados. Lucy, devastada por la situación, decidió buscar asesoramiento legal, y los abogados descubrieron que la marca registrada de Game of Thrones no se aplica al nombre de una persona, sino a bienes y servicios. Armados con esta información, Lucy volvió a enviar la solicitud de pasaporte.
¿Cómo las redes sociales resolvieron un malentendido?
Sin embargo, la Oficina de Pasaportes insistió en que necesitaban una carta de Warner Bros. para confirmar que Khaleesi podía utilizar ese nombre. Frustrada, Lucy decidió compartir su historia en las redes sociales, donde rápidamente se viralizó. La presión pública funcionó, y la Oficina de Pasaportes finalmente se disculpó por el error, comprometiéndose a procesar el pasaporte de Khaleesi.
Ahora, Lucy espera recibir el pasaporte de su hija para poder reservar nuevamente el viaje a Disneyland París. Ella espera que su experiencia sirva de ayuda a otras personas que puedan enfrentarse a situaciones similares y no sepan cómo resolverlas.
Nombres prohibidos en Estados Unidos
A diferencia del malentendido legal en Reino Unido, en Estados Unidos existen leyes específicas sobre qué nombres pueden utilizarse. Aunque las reglas varían de un estado a otro, hay restricciones comunes, como la prohibición de nombres que contengan números, símbolos, emojis o lenguaje ofensivo. Además, algunos nombres están específicamente prohibidos, como King, Queen, Majesty, III, Jesus Christ y @.
Lucy y Khaleesi ahora esperan con ansias su viaje a Disneyland París, un sueño que estuvo a punto de desvanecerse por un simple nombre, pero que finalmente se hará realidad gracias a la perseverancia y el poder de las redes sociales.
