Lo que prometía ser una tranquila salida familiar terminó convirtiéndose en una historia de película. Sarah Vincent, una mujer embarazada de 39 semanas, dio a luz inesperadamente en el vestíbulo de un cine en Gales mientras veía una función animada. Su hija, Lowri, llegó al mundo rodeada de palomitas, asientos acolchados y un equipo de personas que jamás olvidará ese día.
Un parto inesperado en plena función
Sarah había acudido al Cineworld Newport con su pequeño hijo Liam y sus padres. A los veinte minutos de la película, comenzó a sentir molestias y se dirigió al baño. Al darse cuenta de que estaba entrando en trabajo de parto, pidió ayuda. Intentó llegar al coche, pero solo logró avanzar hasta el vestíbulo antes de acostarse en el suelo y anunciar: “¡Necesito pujar!”
Con la asistencia de trabajadores del cine y una espectadora que siguieron las indicaciones de los paramédicos por teléfono, la bebé nació en apenas diez minutos. El equipo actuó con rapidez y determinación, convirtiéndose en protagonistas reales de un momento que quedará en la memoria de todos.
Una bienvenida digna de la gran pantalla
Lowri nació sana, con un peso de 3,200 kilos, y fue recibida con emoción tanto por su madre como por su padre, Gareth, quien llegó minutos después. El cine decidió homenajear este momento único con un gesto inolvidable: regalarle a la niña una membresía de por vida para ver todas las películas que quiera.
La familia no deja de expresar su gratitud por el cariño recibido. Sarah aún se muestra incrédula y emocionada por lo ocurrido. “¿De verdad pasó esto? ¿No fue un sueño?”, expresó. La directora del cine también compartió su emoción: “Nunca olvidaré este día. Fue un esfuerzo increíble de todos los involucrados”.
