Maggie fue encontrada ciega, con una oreja mutilada y 17 heridas de bala. La habían atado a una caja y dejado para morir. Sin embargo, hoy esta perrita es símbolo de esperanza, trabaja como animal de terapia y lleva consuelo a quienes más lo necesitan.

Una historia marcada por el dolor
En el Líbano, Maggie vivió un infierno. Alguien le disparó 17 veces, le cortó una oreja y la dejó abandonada en una caja, completamente ciega y sin posibilidad de escapar. Su historia parecía tener un final trágico, hasta que una organización de rescate animal la encontró justo a tiempo.
La fundación “The Wild At Heart Foundation” no solo logró salvarla, sino también iniciar el proceso para que encontrara un hogar. Fue así como su historia llegó a oídos de Casey Carlin, un joven de Brighton, Reino Unido, que decidió adoptarla y darle una segunda oportunidad.

Un nuevo hogar, una nueva vida
Traer a Maggie desde Oriente Medio no fue fácil. Casey y su familia enfrentaron varios trámites, pero nunca se rindieron. Sabían que esta perrita merecía una nueva vida, llena de amor y cuidados.
Cuando Maggie llegó a su nuevo hogar, comenzó a mostrar un espíritu lleno de ternura. A pesar del trauma, nunca mostró agresividad. “Debió de estar sufriendo mucho, pero nunca lastimó a nadie. Es increíblemente cariñosa”, contó Casey conmovido.

Ahora consuela a otros con su historia
Con el tiempo, Maggie se convirtió en perra de terapia. Visita hospitales, centros educativos y espacios donde las personas atraviesan momentos difíciles. Su sola presencia transmite paz y esperanza.
Maggie inspira con su historia. Cada visita que hace demuestra que, aunque la vida puede ser cruel, también puede ofrecer segundas oportunidades. Hoy, esta perrita que sobrevivió al horror se dedica a sanar corazones humanos.