Joel Burger y Ashley King no solo se enamoraron como cualquier otra pareja, también compartían algo más: sus apellidos formaban, sin querer, el nombre de una de las cadenas más famosas del mundo. En 2015, esa curiosa coincidencia hizo que Burger King les regalara un recuerdo para toda la vida… y una boda completa.
Una sorpresa que comenzó con un anuncio
Todo empezó con un simple anuncio de compromiso en un periódico local de Illinois. La pareja nunca imaginó que esa publicación llegaría a las oficinas de Burger King. Pero lo hizo, y la reacción fue inmediata: la marca los contactó con una propuesta insólita y emocionante. Querían hacerse cargo de todos los gastos de su boda.
Desde las invitaciones hasta el vestuario, el banquete y hasta regalos personalizados, Burger King cubrió cada detalle. Para la pareja, fue un sueño hecho realidad, y para la empresa, una campaña de marketing tan creativa como genuina. El gesto no solo generó sonrisas, también captó la atención de medios internacionales.
Un recuerdo imborrable y una historia viral
Ashley y Joel vivieron una celebración inolvidable, donde el amor y el humor se mezclaron de la forma más natural. Aunque al principio pensaron que todo era una broma, pronto se dieron cuenta de que estaban viviendo una historia única, de esas que se cuentan por generaciones.
La boda se convirtió en una historia viral y en una de las campañas más simpáticas de la marca. Pero más allá de la publicidad, fue un acto que mostró cómo un pequeño gesto puede transformar un momento en algo eterno. Porque sí, el amor también puede servirse con papas fritas… y una sonrisa.
