Campaña para liberar a la última orca cautiva en América Latina gana mucha fuerza en redes sociales

Kshamenk ha vivido más de 30 años en cautiverio en el acuario Mundo Marino de San Clemente del Tuyú, Argentina. Desde 1992, esta orca ha permanecido en las instalaciones del oceanario y, tras la muerte de su compañera en el año 2000, ha vivido completamente sola. En las últimas semanas, el grupo activista canadiense UrgentSeas impulsó una campaña global que busca su liberación. A través de redes sociales, los activistas han compartido videos que muestran a Kshamenk en un aparente estado de apatía, lo que generó una creciente preocupación por su bienestar.


La campaña ha cobrado fuerza en plataformas como TikTok. Uno de los videos más virales, que muestra una vista aérea del tanque de Kshamenk con el hashtag #FreeKshamenk, ha generado más de 184,000 comentarios. UrgentSeas intenta visibilizar las duras condiciones que enfrenta la orca en cautiverio, mientras que Mundo Marino defiende que las imágenes no reflejan la verdadera situación. A pesar de la respuesta del oceanario, los activistas afirman que orcas, como animales sociales e inteligentes, no deberían permanecer en cautiverio.

La historia detrás de la captura de Kshamenk y el impulso de los activistas

La llegada de Kshamenk al acuario siempre ha generado polémica. Mundo Marino sostiene que rescató a la orca en 1992, después de que quedara varada junto a un grupo de orcas. Sin embargo, activistas y defensores de los derechos de los animales afirman que la captura fue deliberada, con el objetivo de usarla para espectáculos en el acuario.


María Rosa Golía, miembro de la ONG Marine Animal Rights, asegura que el objetivo de Mundo Marino al capturar a Kshamenk era su reproducción para ampliar los espectáculos con orcas en el acuario. Desde la muerte de su compañera en el 2000, Kshamenk no ha tenido contacto con otra orca, lo que aumenta las críticas hacia su confinamiento. En octubre pasado, varios grupos activistas, incluyendo Marine Animal Rights, llevaron el caso a la justicia para detener los espectáculos con orcas y liberar a Kshamenk.

El futuro de Kshamenk y sus posibles opciones

Mundo Marino insiste en que mantener a Kshamenk en cautiverio es lo mejor para su bienestar, argumentando que su reintegración en la naturaleza podría poner en riesgo su vida después de tantos años en cautiverio. Los activistas, sin embargo, consideran que, con 35 años, Kshamenk aún tiene tiempo para disfrutar de una vida más plena si se le otorga un ambiente adecuado.


Orcas como Kshamenk pueden vivir hasta 90 años en la naturaleza, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Los defensores de la liberación de Kshamenk proponen trasladarla a un santuario marino, donde podría experimentar una vida más cercana a su hábitat natural. UrgentSeas desea brindarle esa oportunidad a la orca para que no termine sus días en un tanque de hormigón.

Un llamado a la acción para la liberación de Kshamenk

Kshamenk ha pasado tres décadas realizando espectáculos para el entretenimiento humano. Los activistas que impulsan su liberación consideran que ya cumplió su parte y que ahora merece recuperar algo de su libertad. La campaña ha movilizado a miles de personas en todo el mundo, y el apoyo en redes sociales sigue creciendo.

UrgentSeas, junto con otros defensores de los derechos de los animales, sigue trabajando incansablemente para liberar a Kshamenk. Esta lucha se ha convertido en un símbolo de esperanza y justicia para aquellos que buscan defender los derechos de los animales y poner fin a su cautiverio en todo el mundo.

Inzpira News

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