Don Francisco Islas Pontaza, cariñosamente conocido como Don Perico, conmovió a su comunidad en Epazoyucan, Hidalgo, al organizar y pagar su propio funeral antes de fallecer. Sin familia cercana que lo apoyara, utilizó su Pensión del Bienestar para garantizar un sepelio digno y dejó un legado de previsión y fortaleza.
Un acto de valentía y previsión
Consciente de su avanzada edad y la soledad en la que vivía, Don Perico tomó la decisión de destinar el adelanto de su pensión para cubrir los costos de su funeral. Visitó una funeraria local, pagó los servicios por adelantado y dejó instrucciones claras sobre cómo deseaba que se llevara a cabo su despedida.
Para asegurarse de que sus deseos fueran cumplidos, confió el dinero restante y sus instrucciones a su vecina María, quien se había convertido en su amiga y confidente en los últimos años. «Él quería que todo estuviera listo y que no hubiera problemas cuando se fuera», comentó María.
Un funeral lleno de amor comunitario
El pasado fin de semana, Don Perico falleció rodeado del cariño de sus vecinos. María, fiel a la confianza depositada en ella, organizó el funeral tal como él lo había solicitado. Los vecinos, quienes lo habían acompañado durante años, fueron los únicos asistentes, asegurando que Don Perico no estuviera solo en su último adiós.
A pesar de la tristeza de su partida, María expresó consuelo al cumplir las últimas voluntades de su amigo. «Cumplimos su deseo, y eso me da paz», dijo.
Una lección de empatía y solidaridad
La historia de Don Perico se viralizó rápidamente en redes sociales, tocando corazones en todo el país. Su ejemplo no solo destaca la importancia de la planificación para el futuro, sino también el valor de las conexiones humanas, incluso en ausencia de lazos familiares. Es un recordatorio de que la solidaridad y el cariño de una comunidad pueden marcar una diferencia significativa en la vida de quienes enfrentan la soledad.
El legado de Don Perico vive en la memoria de quienes lo conocieron y en las lecciones de amor y previsión que dejó tras su partida.
