Harry tiene 9 años y enfrenta una batalla difícil contra el cáncer de huesos. Desde que comenzó la quimioterapia, temía perder su cabello. Pero este fin de semana, trece de sus compañeros decidieron acompañarlo con un acto que nunca olvidará: todos se raparon la cabeza para que su amigo no tuviera que pasar por eso solo.

Un gesto que vale más que las palabras
Harry, de Reading (Reino Unido), fue diagnosticado en julio con un tipo raro de cáncer óseo. Actualmente atraviesa un tratamiento exigente que incluye 18 rondas de quimioterapia. Ante la posibilidad de una operación en la pierna, el tratamiento busca reducir el tamaño del tumor.
Pero entre tantas pruebas, hubo un momento que lo marcó para bien. El sábado, bajo un cenador en la casa de uno de los chicos, se reunieron sus amigos y su padre Andy. Allí, dos peluqueros voluntarios los ayudaron a afeitarse la cabeza, uno por uno, mientras Harry observaba con una sonrisa.

La fuerza de la amistad
Uno de los niños incluso se afeitó desde casa. Lo importante era que todos formaran parte. El papá de Harry confesó que los chicos estaban emocionados por hacerlo y que Harry “estaba realmente contento una vez que lo hicimos”.
“Le preocupaba que, al quedarse sin pelo, la gente lo mirara raro. Pero ahora sabe que no está solo. Tiene a sus amigos a su lado”, explicó Andy, visiblemente emocionado.

Unidos también por una buena causa
Además del emotivo gesto, los chicos y sus familias iniciaron una colecta para ayudar a la organización benéfica Young Lives Vs Cancer, que apoya a niños diagnosticados con cáncer y a sus familias. Hasta ahora han reunido más de 24.500 libras esterlinas.
Este acto de amistad pura no solo acompañó a Harry en su proceso, sino que también llevará ayuda a muchas otras familias que enfrentan el mismo camino. Y sobre todo, le recordó a Harry algo invaluable: nunca va a caminar solo.