Cuando Jerry Hicks, un carpintero de Banner Elk, Carolina del Norte, salió de su casa el martes, no imaginó que una pequeña sorpresa le cambiaría la vida. Al llegar al estacionamiento de una tienda de conveniencia, encontró un billete de 20 dólares tirado en el suelo. Ese hallazgo inesperado fue su primer golpe de suerte, y Hicks decidió probar la fortuna, gastando el billete en un raspadito de lotería que le generó un premio millonario.
Un boleto de lotería con destino inesperado
Sin planes específicos, Hicks pidió un boleto en la tienda, pero, según su propio relato, el que realmente quería estaba agotado. Así que se decidió por el boleto «Extreme Cash». Y con ese pequeño giro del destino, la suerte estaba completamente de su lado: el boleto resultó ser ganador de un millón de dólares.
Hicks reclamó su premio el viernes en la sede de la Lotería Educativa de Carolina del Norte, y eligió la opción de recibir su ganancia en una suma global de 600,000 dólares en lugar de una anualidad durante 20 años. Tras los impuestos, la cifra final que Hicks llevó a casa fue de $429,007.
Un plan de retiro y un generoso gesto familiar
Después de 56 años en el oficio de la carpintería, Hicks expresó su emoción por usar este dinero en su retiro y ayudar a sus hijos, planeando asegurar su bienestar y tranquilidad. Sin embargo, antes de dar inicio a sus planes, Hicks quiere disfrutar de un pequeño capricho: una cena en su restaurante favorito, Golden Corral, donde piensa “comer de todo y celebrar a lo grande”.
Para Hicks, la vida dio un giro tan inesperado como bienvenido.