Las lluvias torrenciales y las inundaciones golpearon con fuerza el este de España, dejando al menos 72 muertos y decenas de desaparecidos. La Comunidad Valenciana enfrenta la peor parte de la tragedia, con la mayoría de las víctimas reportadas en distintas localidades. Castilla-La Mancha también registra muertes, incluyendo una mujer de 88 años en Cuenca y otra persona en Albacete.

Durante la madrugada, la Guardia Civil encontró 13 cadáveres en varias áreas de Valencia en operativos de rescate. En Torrent, localizaron los cuerpos de una pareja con dos hijos pequeños y un bebé. En Paiporta, hallaron a dos hombres, una mujer y otro bebé. El clima extremo y el desbordamiento de los ríos dificultan el acceso a varias zonas, lo que sugiere que el número de fallecidos podría aumentar en las próximas horas.
Autoridades toman medidas de emergencia
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ordenó activar el “procedimiento de múltiples víctimas” y habilitó un número especial (900 365 112) para facilitar la búsqueda de personas desaparecidas. Mazón aclaró que este número se destina exclusivamente a la localización de desaparecidos, mientras que el 112 continúa operando para emergencias generales.

El Congreso de los Diputados mostró solidaridad al guardar un minuto de silencio en honor a las víctimas. Al mismo tiempo, el Gobierno central convocó un comité de crisis bajo la dirección de la vicepresidenta María Jesús Montero, coordinando acciones para apoyar y atender a las zonas más afectadas.
Una situación sin precedentes
El martes, Valencia registró una acumulación de 445,4 l/m² en solo 24 horas, la cifra más alta en la región desde 1966. La alta velocidad Madrid-Valencia y varias carreteras principales, como la A-3 y la A-7, sufrieron cierres debido a la acumulación de agua y deslizamientos de tierra. Además, numerosos vuelos desviaron o cancelaron sus rutas hacia Valencia, mientras que universidades y parques decidieron cerrar por seguridad.

Andalucía y Murcia también enfrentaron emergencias en provincias como Málaga, Granada y Almería, donde las tormentas ocasionaron el descarrilamiento de un tren AVE con 291 pasajeros. En Almería, la granizada afectó gravemente a invernaderos en El Ejido, una situación que genera pérdidas significativas en el sector agrícola local.
Solidaridad y acciones de ayuda
Frente a la magnitud de las inundaciones, las autoridades locales y nacionales movilizaron a la Unidad Militar de Emergencias y a otros equipos de rescate en las áreas más afectadas. Felipe VI, rey de España, expresó su solidaridad y envió un mensaje de apoyo a todas las comunidades que sufren las devastadoras consecuencias de las inundaciones.