Tailandia planea trasladar 2500 monos tras ataques a residentes. Funcionarios responsables de la vida silvestre han presentado un plan para pacificar una ciudad en el centro del país, después de más de diez años de conflictos entre humanos y monos.
Los monos que vagan por las calles de Lopburi son una característica arraigada en la cultura local y una atracción turística popular. A pesar de esto, tras años de conflictos peligrosos entre los residentes y los monos, y numerosos intentos fallidos de regular su población, tanto la comunidad local como las empresas están exhaustas.
La tensión alcanzó su punto máximo en marzo, cuando una mujer resultó herida en la rodilla después de que un mono intentara arrebatarle la comida tirándole de los pies, y otro hombre fue derribado de una motocicleta por un mono hambriento.
Athapol Charoenshunsa, director general del Departamento de Parques Nacionales, Fauna Silvestre y Conservación de Plantas, informó que Tailandia planea trasladar 2500 monos tras ataques a residentes y colocarlos en espacios más grandes.
Trabajarán en colaboración con expertos en vida silvestre para determinar cómo mantener a un número limitado de monos en libertad en la ciudad.
«No queremos que los humanos lastimen a los monos, ni que los monos lastimen a los humanos», afirmó Charoenshunsa durante una conferencia de prensa en Bangkok.
Hasta el momento, se han capturado 37 monos, la mayoría de los cuales han sido entregados a las autoridades de vida silvestre de la provincia vecina de Saraburi, mientras que otros han sido trasladados al zoológico de Lopburi.
Se planea capturar al resto de los monos una vez que los recintos estén completos, especialmente aquellos en áreas residenciales. Se están preparando jaulas separadas para las diferentes tropas de monos con el objetivo de evitar conflictos entre ellos.