En un avance revolucionario en la medicina, John Nicholas, de 28 años, se convirtió en el primer paciente en recibir un trasplante de riñón mientras estaba despierto.
Esta intervención se llevó a cabo en el Northwestern Medicine Hospital de Chicago, utilizando una inyección espinal similar a la empleada en cesáreas para adormecer la mitad inferior de su cuerpo, permitiéndole estar consciente durante todo el procedimiento.
Un procedimiento innovador
Los médicos utilizaron un bloqueo raquídeo único en lugar de la anestesia general. Esto no solo permitió a Nicholas estar despierto, sino que también redujo significativamente el tiempo de hospitalización. Sorprendentemente, fue dado de alta al día siguiente de la cirugía, mientras que los trasplantes de riñón generalmente requieren de dos a tres días de recuperación en el hospital.
La operación, que duró menos de dos horas, fue dirigida por el Dr. Satish Nadig, cirujano de trasplantes y director del Centro Integral de Trasplantes de Northwestern Medicine. El Dr. Nadig destacó la experiencia única de poder mostrarle a Nicholas su nuevo riñón antes de colocarlo en su cuerpo.
Además, este método innovador tiene el potencial de beneficiar a pacientes que son considerados de alto riesgo para la anestesia general.
La historia de Nicholas
Desde los 16 años, Nicholas ha luchado con problemas renales que finalmente llevaron a la necesidad de un trasplante. Su mejor amigo, Pat Wise, se ofreció como donante después de que la madre de Nicholas, quien inicialmente planeaba donar, fuera diagnosticada con cáncer de mama.
Wise, quien conocía a Nicholas desde la infancia, viajó a Chicago para donar su riñón, un acto que Nicholas describió como un ejemplo del fuerte lazo de amistad que los une.
Este avance no solo representa una mejora significativa en la experiencia del paciente, sino que también abre nuevas posibilidades para aquellos que no pueden someterse a anestesia general.
El Dr. Vinayak Rohan y el equipo de Northwestern Medicine esperan que esta técnica innovadora pueda ser utilizada más ampliamente en el futuro, ofreciendo una opción menos invasiva y más segura para muchos pacientes.
Esta cirugía pionera no solo salvó la vida de John Nicholas, sino que también marca un hito en el campo de los trasplantes, demostrando cómo la innovación médica puede transformar vidas y brindar nuevas esperanzas a quienes más lo necesitan.
