Un perro ladró durante tres días hasta que rescataron a su dueña perdida en una montaña de Utah. La mujer, una anciana de 80 años con demencia, fue encontrada sin las zapatillas que usaba dos días antes, cuando salió a pasear con el perro mientras su marido preparaba la cena.
Durante la hora de la cena, una mujer de 80 años salió a pasear a su perro, labrador chocolate, mientras su marido preparaba la comida. Lo que pretendía ser un corto paseo, se alargó tres días y dos noches, ya que la mujer se perdió en la ladera de una montaña de Utah, en Estados Unidos.
La búsqueda y el rescate
El agente James Thomas y el perro policía Kip se dirigieron al lugar de los hechos y empezaron con la misión de rescate. Durante un largo día, sus esfuerzos no dieron frutos, puesto que la zona tenía temperaturas muy altas. Kip solo trabajaba entre 10 y 15 minutos antes de necesitar un descanso de 30 minutos, según información levantada por CNN.
En primera instancia, la búsqueda partió desde la base de la montaña. Sin embargo, escuchaban ladridos desde una parte alta. Incluso un vecino confirmó haber oído ladridos procedentes de la misma zona dos noches antes.
La localización y el rescate
Debido a los testimonios, Thomas y Kip volvieron a subir la montaña. Tras una ardua subida por ese sendero, encontraron a la mujer raspada, gravemente deshidratada y sin sus zapatos.
«Estaba dormida cuando la encontramos, pero se puede ver cómo subía por esta ladera, probablemente unos seis o siete metros antes de caer rodando», explicó Thomas.
Él resaltó que el verdadero héroe de la historia fue el fiel amigo de la mujer de 80 años. «Ese perro le salvó la vida».Ladrar durante tres días consecutivos y con esa temperatura, sin abandonarla, es señal de fidelidad. Además, a todo aquel que se le acercaba le ladraba.
Fidelidad y valentía: El rescate de una anciana perdida en Utah
El agente James Thomas y su perro Kip demostraron gran dedicación y perseverancia durante el rescate. A pesar de las altas temperaturas y las difíciles condiciones, su compromiso y el instinto protector del perro llevaron a un final feliz. La comunidad local y los medios celebran este acto de valentía y lealtad, recordándonos la profunda conexión entre los humanos y sus compañeros animales.
