La legislatura estatal de Luisiana ha aprobado un proyecto de ley que permitiría a los jueces ordenar la castración quirúrgica para individuos condenados por delitos sexuales graves contra menores.
Si el gobernador republicano Jeff Landry firma la ley, Luisiana se convertiría en el primer estado en imponer tal medida como castigo legal.
El proyecto de ley está dirigido a aquellos declarados culpables de crímenes sexuales graves, incluyendo violación, incesto y abuso, específicamente contra niños menores de 13 años.
Aunque varios estados como California, Florida y Texas permiten actualmente la castración química, la legislación de Luisiana permitiría a los jueces ordenar la castración quirúrgica, que es mucho más invasiva que su contraparte química.
La castración química utiliza medicamentos para suprimir la producción de testosterona y reducir los impulsos sexuales, mientras que la castración quirúrgica implica la extirpación de los testículos.
Durante más de 16 años, los jueces de Luisiana han tenido la facultad de ordenar la castración química para ciertos delitos sexuales, aunque su uso ha sido raro.
Esta nueva legislación, promovida por la senadora demócrata Regina Barrow pero recibiendo un amplio apoyo bipartidista, especialmente de legisladores republicanos, busca añadir una medida punitiva más estricta.
«Esta es una consecuencia,» declaró la senadora estatal republicana Valarie Hodges durante una audiencia del comité en abril. «Es un paso que va mucho más allá de simplemente ir a prisión y salir.»
El proyecto de ley ahora espera la decisión del gobernador Landry, quien decidirá si lo promulga o lo veta. Si se aprueba, esta ley representará un enfoque pionero pero altamente controvertido para tratar con los delincuentes sexuales condenados en los Estados Unidos.