En un esfuerzo por mantener vivos los recuerdos de su padre, James Vlahos, residente de Oakland, California, utilizó la tecnología de inteligencia artificial para crear un chatbot que emula la voz y las respuestas de su padre, John Vlahos.

En 2016, James se enfrentó a la devastadora noticia de que su padre tenía un cáncer terminal. Determinado a conservar los momentos y las historias de su padre, James pasó largas horas grabando conversaciones sobre la vida de John.
Con un interés creciente en la inteligencia artificial, James decidió llevar su proyecto un paso más allá y desarrolló un chatbot interactivo que permitía hacer preguntas y recibir respuestas como si provinieran directamente de su padre.
Este chatbot, creado antes del fallecimiento de John en 2017, se convirtió en una forma única de preservar su esencia y personalidad.
En 2019, James lanzó Hereafter AI, una aplicación diseñada para ayudar a otros a crear chatbots personalizados de sus seres queridos, utilizando grabaciones de voz y otros datos personales.
Esta herramienta permite a los usuarios mantener conversaciones interactivas con versiones digitales de sus familiares fallecidos, ofreciendo una forma innovadora de recordar y honrar sus vidas.

Paralelamente, la empresa surcoreana DeepBrain AI ha desarrollado una tecnología que va aún más lejos, creando avatares realistas basados en horas de video y audio, replicando la voz, gestos y apariencia física de las personas.
Aunque este proceso es costoso, con precios que pueden llegar hasta los 50,000 dólares, está ganando popularidad y atrayendo inversiones significativas. En su última ronda de financiación, DeepBrain recaudó 44 millones de dólares, subrayando el interés y la confianza en esta tecnología.

No obstante, la psicóloga Laverne Antrobus advierte sobre el uso de esta tecnología durante el duelo, sugiriendo que las personas deben sentirse emocionalmente estables antes de interactuar con los chatbots de sus seres queridos fallecidos.
Ella destaca la importancia del apoyo humano y la cercanía durante el proceso de duelo, algo que la tecnología no puede reemplazar completamente.
La pandemia de COVID-19 ha acelerado la aceptación de estas tecnologías, subrayando la importancia de la vida y ayudando a romper tabúes sobre la muerte. Plataformas como Settld han surgido para facilitar la gestión administrativa tras la muerte de un ser querido, ayudando a aliviar la carga emocional y burocrática durante el duelo.

El sector de la «tecnología del duelo» está valorado en más de 123 mil millones de dólares a nivel mundial, según TechRound.
Este crecimiento refleja no solo un avance tecnológico, sino también una evolución en cómo enfrentamos y manejamos la pérdida y el recuerdo de nuestros seres queridos. Sin embargo, expertos como Antrobus insisten en que el apoyo humano sigue siendo insustituible en el proceso de duelo, destacando la importancia de sentir el cuidado y la cercanía de las personas.
James Vlahos, con su creación de Hereafter AI, ha abierto una nueva puerta en la forma en que recordamos y mantenemos vivos a nuestros seres queridos.
Mientras la tecnología avanza, su historia subraya la mezcla de innovación y humanidad que puede ayudar a las personas a navegar el dolor de la pérdida, ofreciendo una conexión continua con aquellos que ya no están físicamente presentes.