¡Desconcertante! Loro Piana vende suéter de vicuña por $9000 mientras los comuneros trabajan sin remuneración

La marca italiana Loro Piana, famosa por sus lujosas prendas de vicuña, se encuentra bajo el escrutinio público después de que un informe de Bloomberg, sacara a la luz la explotación laboral en las comunidades peruanas proveedoras de su fibra.


A pesar de los altos precios de sus productos, como un suéter de vicuña que llega a costar casi US$ 9,000, las comunidades peruanas que suministran la materia prima reciben una compensación ínfima, según revela un artículo de Bloomberg.

Esta disparidad económica es aún más notoria cuando se considera que la población de Lucanas, encargada de proveer la fibra, apenas tiene acceso a las prendas de vicuña y recibe solo una fracción del valor final de sus productos.


Loro Piana ha logrado un estatus de marca de hiperlujo, especialmente después de aparecer en la serie Succession y ser favorecida por celebridades y royals. Sin embargo, su éxito se ha cuestionado debido a su modelo de negocio basado en la explotación de recursos naturales y mano de obra local poco remunerada.

La marca italiana ha sido pionera en la esquila de vicuñas sin tener que pagar a las comunidades indígenas por la fibra, lo que ha generado críticas por parte de expertos y defensores de los derechos laborales y ambientales.

Aunque Loro Piana ha defendido su práctica como una forma de preservar la exclusividad de sus materiales, la realidad es que esto ha tenido consecuencias negativas para las comunidades locales, que han experimentado una disminución en la producción y los ingresos en los últimos años, especialmente durante la pandemia.

La explotación comercial de la vicuña

La reciente controversia sobre el pago injusto de Loro Piana por la fibra de vicuña podría ser solo la punta del iceberg. La historia se remonta a la década de 1960, cuando la población de vicuñas en los Andes peruanos estaba al borde de la extinción, llevando al gobierno peruano a prohibir su caza y clasificarlas como una especie en peligro.

Para revitalizar la relevancia comercial de la vicuña, los italianos detrás de Loro Piana lideraron una campaña para establecer reservas de vicuñas en los años 80.


Esta iniciativa culminó en 1994 con Loro Piana convirtiéndose en el socio exclusivo para la adquisición, procesamiento y exportación de productos de vicuña, según lo acordado en la Convención de Washington.

Se suponía que los ingresos de esta industria serían una fuente de sustento económico para las comunidades andinas, como lo establecía el acuerdo. Sin embargo, un reportaje de Bloomberg cuestiona si esta promesa se está cumpliendo realmente.


Comunidades como Barrientos aún carecen de infraestructura básica, con hogares de barro y la falta de sistemas de agua y desagüe.

Según Bloomberg, las comunidades campesinas en Perú operan bajo jerarquías estrictas, donde los comuneros trabajan sin paga mientras que los forasteros pueden recibir compensación, aunque mínima.

Esto arroja luz sobre una situación más amplia de desigualdad y explotación en la comercialización de la vicuña. El reciente enfoque en el precio exorbitante de las prendas de vicuña vendidas por Loro Piana revela solo una parte de una historia mucho más compleja y preocupante.


La firma italiana Loro Piana, parte del conglomerado francés LVMH, ha respondido de manera oficial a las acusaciones de injusticia planteadas por sus proveedores de lana de vicuña en Perú, tras un informe de Bloomberg, según un comunicado entregado el jueves a AFP.

La marca italiana ha rechazado categóricamente estas acusaciones, argumentando que no reflejan la realidad de la situación, ni la forma en que se obtiene la lana de vicuña en Perú, ni el compromiso de Loro Piana con las comunidades locales durante décadas.

En referencia a Lucanas, la compañía afirma que las cantidades compradas representan solo el 4% del total adquirido en Perú y que, gracias a esta recolección, la comunidad recibe varios cientos de miles de dólares en promedio cada año.


Loro Piana señala que la recolección de lana dura solo un día al año y que el precio por kilogramo varía entre $300 y $400, dependiendo de la oferta y la demanda.

La marca también destaca que ha desembolsado US$ 20 millones en los últimos diez años en Perú para comprar fibra de vicuña.

Sin embargo, reconociendo la preocupación generada por esta situación, Loro Piana ha anunciado que tomará medidas adicionales en Perú para fortalecer su control sobre la cadena de suministro, garantizando una distribución justa de los pagos a las organizaciones encargadas de la recolección.

Inzpira News

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