Un colectivo de mujeres aymaras provenientes de Bolivia, originalmente empleadas como escaladoras de apoyo, han emprendido el desafío de conquistar cumbres montañosas por sí mismas.
En 2015, lograron alcanzar la cima del nevado Huayna Potosí, de 6.088 metros de altura, situado a 25 kilómetros de La Paz. Este grupo, conocido como las Cholitas Escaladoras, ha demostrado su valentía y determinación al enfrentarse a desafíos cada vez más grandes, como su ascenso al Aconcagua, y ahora tienen como objetivo principal escalar el monte Everest para el año 2024.
Las cholitas, mujeres aymaras con raíces en Bolivia, han desafiado las expectativas al pasar de roles de apoyo en expediciones de montaña a convertirse en escaladoras expertas y guías profesionales.
Lidia Huayllas, una de las líderes del grupo, inspiró a sus compañeras a aventurarse más allá y explorar nuevas alturas. Desde entonces, han escalado diversas montañas de gran altura en Bolivia, incluyendo el Illimani, Parinacota, Pomerape y Sajama, así como el Aconcagua en Argentina.
Este grupo de mujeres no solo busca desafiar los límites físicos, sino también reivindicar sus raíces y tradiciones.
Para ellas, la montaña representa mucho más que un desafío físico; es un modo de vida y una forma de conectarse con su herencia cultural. Dora Magueño y Ana Lía Gonzáles, madre e hija, participaron en el Congreso Internacional de Gastronomía, Mujeres y Medio Rural en Asturias (España), donde compartieron su pasión por la montaña y su deseo de escalar el Everest como un tributo a sus raíces.
El grupo Cholitas Escaladoras está activo en las redes sociales, ofreciendo tours y expediciones en Bolivia, y actualmente están buscando financiamiento para su próxima aventura: conquistar la cumbre más alta del mundo, el Everest.
Su meta es no solo llegar a la cima, sino también promover la inclusión y la colaboración entre mujeres de diferentes culturas y tradiciones, como parte de su compromiso de empoderamiento y unidad.