Brasil ha despenalizado la marihuana para uso personal, convirtiéndose en el país más grande del mundo en adoptar esta medida.
La Corte Suprema del país dictaminó que los ciudadanos pueden poseer hasta 40 gramos de cannabis sin enfrentar sanciones penales. Esta decisión, que entrará en vigor en los próximos días, tendrá una duración de 18 meses.
La resolución establece que el Congreso y las autoridades sanitarias deberán definir la cantidad permanente de marihuana permitida para posesión.
Actualmente, miles de brasileños cumplen condenas de prisión por posesión de cantidades menores al nuevo umbral, principalmente hombres negros, que representan el 61% de los procesamientos por tráfico de drogas en comparación con el 27% de la población general.
Cambio en la política de drogas
Brasil, conocido por su enfoque severo contra las drogas, ha tomado esta decisión en un contexto global de creciente aceptación del cannabis. Más de 20 países ya han despenalizado o legalizado su uso recreativo, incluyendo México, Luxemburgo y Alemania. Según una encuesta de Datafolha, menos de un tercio de los brasileños apoya la despenalización.
El caso que lo inició todo
El caso que llevó a esta decisión se remonta a 2009, cuando un hombre fue condenado por poseer 3 gramos de marihuana. Su abogado argumentó que castigar a los consumidores violaba la Constitución, lo que llevó a una década de deliberaciones en la Corte Suprema.
En el fallo, el presidente del Tribunal Supremo, Luís Roberto Barroso, señaló que la decisión no aprueba el consumo de marihuana, sino que reconoce las políticas fallidas sobre drogas que han llevado al encarcelamiento masivo de jóvenes pobres.
Implicaciones futuras
La nueva normativa establece que poseer hasta 40 gramos de marihuana no será penalizado, aunque aún pueden presentarse cargos por tráfico si se encuentran elementos relacionados con la venta de drogas. Esta aclaración es crucial, dado que históricamente, las leyes de drogas en Brasil han sido aplicadas de manera desproporcionada contra los hombres negros.
A pesar de esta medida, existen esfuerzos por parte de algunos sectores para revertirla. Los conservadores en el Congreso están promoviendo un proyecto de ley para criminalizar cualquier posesión de marihuana, argumentando que la mayoría de los legisladores se oponen a la despenalización.
Esta decisión marca un hito en la política de drogas en Brasil y podría influir en futuras políticas en América Latina y más allá.