Drake Bell acusó a Brian Peck, quien fue su entrenador de diálogo en «The Amanda Show», de haber abusado sexualmente de él. Aunque su testimonio condujo al arresto de Peck en 2003, Bell optó por compartir su experiencia en un documental en 2024.
Tras la emisión del documental, Bell criticó fuertemente el comunicado emitido por el canal de televisión, expresando su insatisfacción. En ese entonces, Drake Bell, estrella de «Drake & Josh», tenía 15 años, mientras que su abusador, Brian Peck, tenía 41 años. Peck fue acusado de varios cargos, incluyendo actos lascivos con menores y copulación oral con un adolescente, y fue condenado a 16 meses de prisión sin negar las acusaciones en su contra.
En «Quiet on Set: The Dark Side of Kids TV», Drake Bell compartió que fue agredido sexualmente por Brian Peck en su casa, dejándolo en shock y sin saber cómo reaccionar. Al contarle a los ejecutivos de Nickelodeon, solo su padre le creyó, pero fue tachado de «homofóbico» por la orientación sexual de Peck.
Bell describió el momento como paralizante y brutal, sintiéndose atrapado en la situación.
Tras la emisión del episodio
Nickelodeon emitió un comunicado expresando su consternación y tristeza al conocer el trauma que Drake Bell ha experimentado. Reconocieron su valentía al revelar su identidad como demandante en el caso de 2004 y se comprometieron a investigar las quejas formales sobre el comportamiento de trabajadores en producciones pasadas para asegurar un ambiente de trabajo seguro y profesional, libre de acoso y conductas inapropiadas.
Así mismo, la empresa afirmó que sus principales prioridades son el bienestar de sus empleados, el elenco, el equipo y todos los niños, y que han implementado diversas medidas a lo largo de los años para cumplir con sus altos estándares y las expectativas de su audiencia.
Después de que Nickelodeon emitió su comunicado, Drake Bell criticó fuertemente a la empresa, calificando su disculpa como vacía. En el podcast «El show de Sarah Fraser» del 22 de marzo de 2024, Bell expresó su escepticismo hacia la respuesta de la compañía, sugiriendo que fue cuidadosamente redactada por un abogado para evitar responsabilidades.
También cuestionó por qué Nickelodeon seguía transmitiendo los programas en los que él participó, generando ingresos para la empresa, mientras él debía costear su propia terapia para lidiar con el trauma que le dejó la experiencia. Bell consideró que las respuestas de Nickelodeon eran insuficientes y que si realmente se preocuparan, tomarían medidas más significativas en lugar de simplemente ofrecer declaraciones preparadas por abogados.
