Una pareja que tiene dos hijos con síndrome de Down decidió transformar el futuro de muchas personas abriendo una cafetería que hoy emplea a más de 400 trabajadores con discapacidad. Su historia demuestra que cuando el amor y la empatía guían una idea, los límites desaparecen.

Una oportunidad que nació desde casa
Ben y Amy Wright fundaron Bitty & Beau’s en honor a sus dos hijos con síndrome de Down. Desde el inicio, imaginaron un espacio donde sus hijos pudieran crecer, trabajar y ser valorados por quienes son. En lugar de enfocarse en las limitaciones, eligieron ver el potencial que nadie más parecía mirar.
Así nació una pequeña tienda de 46 metros cuadrados que pronto se convirtió en una gran idea con impacto nacional. La cafetería no solo ofrece café, sino también un mensaje de inclusión que inspira a miles de personas en todo el mundo.

Más de 400 vidas cambiadas… y contando
Actualmente, Bitty & Beau’s cuenta con más de 20 sucursales en Estados Unidos y más de 400 empleados con distintas condiciones como síndrome de Down, autismo y parálisis cerebral. Cada uno de ellos demuestra que el problema no ha sido la falta de capacidad, sino la falta de oportunidades.
Los clientes no solo reciben una bebida. También se llevan sonrisas, conversaciones sinceras y la certeza de que un mundo más justo sí es posible. En cada taza, estos trabajadores sirven dignidad, esperanza y orgullo.