Vanessa Landegger, una madre de 50 años, finalmente alcanzó su sueño de trabajar en el campo de la salud al graduarse de la Escuela de Enfermería de Yale, después de abandonar sus estudios hace más de dos décadas para criar a su hijo.
En el año 2000, Vanessa comenzó sus estudios de medicina en Colorado con la esperanza de convertirse en doctora. Sin embargo, la dificultad de equilibrar sus estudios con la crianza de su hijo de 8 meses y la falta de apoyo para madres lactantes en la escuela la llevaron a abandonar sus estudios poco después de comenzar.
A pesar de dejar la escuela de medicina, Vanessa no renunció completamente a sus aspiraciones en el campo de la salud. Durante los años siguientes, obtuvo títulos de maestría en salud pública y educación, y se dedicó a la enseñanza mientras criaba a sus tres hijos en Connecticut.
Un regreso inspirado por su hijo
En 2018, su hijo Dylan Antonioli, quien se había capacitado como técnico en emergencias médicas (EMT), animó a su madre a tomar el mismo curso. Vanessa, quien había sentido que algo faltaba en su vida profesional, encontró en este curso una nueva inspiración.
En 2021, Vanessa decidió inscribirse en el programa de enfermería de Yale. Mientras tanto, Dylan, inspirado por el ejemplo de su madre y su interés en el cuidado de la salud, también decidió seguir una carrera en enfermería. Solicitó el programa de maestría en enfermería de Yale, comenzando sus estudios en 2022.
Madre e hijo, compañeros de clase
Durante el año pasado, Vanessa y Dylan disfrutaron de la experiencia única de ser compañeros de clase en Yale. Vanessa le brindó apoyo y orientación a Dylan, compartiendo sus experiencias y consejos sobre los cursos. Su relación como madre e hijo en el mismo campus fue una sorpresa y motivo de admiración para otros estudiantes.
El 20 de mayo, Vanessa se graduó de Yale, marcando un hito significativo en su vida. Su hijo Dylan estuvo presente, animándola desde la audiencia. Para Vanessa, la graduación no solo fue un logro personal, sino también un momento de sanación y realización de un sueño largamente postergado.
Pronto comenzará a trabajar como partera en un hospital de Connecticut, llevando consigo la experiencia y la inspiración que obtuvo durante su viaje educativo.
La historia de Vanessa Landegger es un testimonio de perseverancia y determinación. Su viaje demuestra que, con apoyo y dedicación, es posible alcanzar los sueños, sin importar los obstáculos que se presenten en el camino. Ahora, Vanessa espera que su ejemplo inspire a su hijo y a otros a seguir sus propias metas con la misma pasión y resiliencia.