Una pareja de Chengdu, China, descubrió que sus destinos se habían cruzado mucho antes de conocerse. Una antigua fotografía reveló que ambos estuvieron en el mismo lugar, el mismo día y a la misma hora, 11 años antes de enamorarse y formar una familia.

El encuentro oculto del pasado
Todo comenzó cuando el Sr. Ye revisaba las fotos de la infancia de su esposa, Xue, en casa de su suegra. Mientras observaba las imágenes, algo en una de ellas lo dejó sin aliento: “Ese soy yo”, dijo, al ver su figura en segundo plano de una foto tomada en julio del año 2000 en la Plaza del Cuatro de Mayo, en la ciudad costera de Qingdao. En la imagen, su futura esposa posaba junto a su madre, sin saber que detrás de ellas, un joven que también visitaba la plaza con un grupo de turistas sería, años después, el amor de su vida.
Impulsado por la emoción, Ye buscó entre sus propias fotos antiguas y encontró una imagen tomada ese mismo día, frente al mismo monumento. La coincidencia era tan clara como sorprendente.

Un destino escrito antes del amor
Pasaron once años desde aquel cruce de caminos, hasta que se conocieron en Chengdu. Se enamoraron, se casaron, formaron una familia y hoy tienen hijas gemelas. La imagen del pasado parecía una señal del destino que recién ahora cobra sentido.
Ye compartió la historia en redes sociales y la reacción fue inmediata: miles de usuarios quedaron conmovidos por esta historia digna de una película romántica. Sus amigos comentaron que estaban “destinados a encontrarse”.
El Sr. Ye ha prometido regresar con su familia a ese mismo lugar en Qingdao. No como turistas desconocidos esta vez, sino como testigos del tiempo, del amor y de una historia marcada por el destino.