Un salto desde el cielo para devolverle la vida a la Amazonía

Luigi Cani, paracaidista y activista brasileño, saltó desde más de 4 mil metros de altura y liberó 100 millones de semillas sobre una zona devastada de la selva amazónica, con la esperanza de reforestar uno de los pulmones del mundo.


Una misión con alas y propósito

El salto ocurrió a 4267 metros de altura. Acompañado de una caja con paracaídas, Cani lanzó semillas de 27 especies de árboles nativos a 200 km/h sobre una zona degradada por la deforestación. Las semillas, elegidas por su capacidad de germinar sin intervención humana, tienen como objetivo restaurar la biodiversidad y devolverle el equilibrio a la selva.

Cada una de esas semillas lleva una posibilidad de vida, y fue lanzada como parte de una misión que combinó precisión, ciencia y compromiso ambiental. No fue solo un salto extremo, fue un acto de esperanza para el planeta.


El corazón de la selva late de nuevo

Luigi Cani no buscó fama ni récords. Quiso hacer algo que trascienda. Al aterrizar, supo que su caída libre había dejado mucho más que adrenalina: había sembrado futuro. «Quiero inspirar a otros a cuidar la Tierra. Este es solo el comienzo», afirmó.

La reforestación de esa zona representa más que árboles. Es una oportunidad para que la vida regrese. Y también un llamado a que todos, desde donde estemos, podamos sumar acciones que sanen el mundo.

Detrás del paracaídas, del viento y de la velocidad, hubo un mensaje claro: la naturaleza puede renacer si nos comprometemos. Cani convirtió el cielo en semillero y la selva en promesa. Porque cuando el amor por el planeta se lanza desde las alturas, el impacto toca la tierra… y florece.

Inzpira News

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