Lo que comenzó como un simple retrato familiar terminó convirtiéndose en una historia llena de amor y segundas oportunidades. Un perrito sin hogar, sin saberlo, cambió su destino al colarse en la foto de una familia que visitaba el Santuario El Señor de Chalma, en México.
Cada año, Erik y sus seres queridos acuden a esta iglesia para agradecer por la salud, la familia y todas las bendiciones recibidas. El fin de año del 2024 no fue la excepción. Antes de entrar al santuario, decidieron tomarse una fotografía juntos, sin imaginar que alguien inesperado se uniría a la imagen.
Una señal inesperada
Justo en el momento en que posaban para la foto, un perrito callejero se acercó a ellos y se coló en la imagen. Todos voltearon sorprendidos y, lejos de molestarse, no pudieron evitar reírse de la ternura del momento.
Después de tomarse la foto, ingresaron al santuario para rezar y agradecer. En un gesto de amor y recuerdo, Erik encendió una veladora en honor a su perrito Teodoro, quien había fallecido recientemente por problemas de salud. Lo que ocurrió después los dejó sin palabras.
Un lazo que parecía estar destinado
Mientras Erik encendía la vela, el perrito sin hogar regresó y se acercó a él, moviendo su colita con alegría, como si quisiera darle un mensaje de parte de su amada mascota fallecida. En ese momento, Erik sintió que aquel encuentro no era casualidad.
A partir de ahí, el perrito no se separó de ellos. Los siguió hasta la salida del santuario y, al notar su lealtad y ternura, la familia no tuvo el corazón para dejarlo solo. Decidieron llevarlo con ellos, dándole la oportunidad de empezar una nueva vida.
Un nuevo comienzo lleno de amor
Sin dudarlo, la familia lo subió a la camioneta y lo llevó a su hogar. Desde ese momento, el perrito pasó de ser un callejerito solitario a convertirse en un miembro más de la familia. Lo llamaron Chalms, en honor al Señor de Chalma, el lugar donde lo encontraron.Erik, quien aún extrañaba a su querido Teodoro, descubrió en Chalms una nueva oportunidad para dar amor y recibirlo. Este pequeño llegó a su vida en el momento justo, recordándole lo hermoso que es tener una mascota y el vínculo tan especial que se puede formar con ellos.
Chalms ya no es un perrito sin hogar. Ahora es parte de una familia que lo cuida, lo protege y lo incluye en cada retrato familiar. Desde aquel día en el santuario, nunca más volvió a estar solo.Lo que parecía un simple momento espontáneo se convirtió en una historia de amor y destino. Chalms llegó a la vida de Erik y su familia como un mensaje de que los lazos con nuestras mascotas nunca se rompen y que, a veces, el amor llega de la forma más inesperada.
