Un niño de 11 años en Nueva Jersey vivió una experiencia aterradora cuando cayó en las aguas heladas del lago Franklin, en West Long Branch. Lo que pudo haber sido una tragedia se convirtió en una historia de valentía y gratitud, gracias a la rápida acción del oficial de policía David Brosonski, quien arriesgó su propia vida para salvarlo.
Apenas unos días después del rescate, el pequeño Ben Santos y su padre se reunieron con los policías que lo ayudaron, especialmente con el oficial Brosonski, a quien le entregó una carta que dejó a todos con un nudo en la garganta.
Un atajo con consecuencias inesperadas
El incidente ocurrió cuando Ben decidió tomar un atajo para regresar a casa desde la escuela. Sin darse cuenta, caminó sobre una parte del hielo debilitada por los recientes días de clima cálido.“Escuché un sonido extraño, como si la nieve se estuviera rompiendo. Traté de dar un paso atrás, pero en ese instante el hielo se rompió y caí al agua”, relató Ben.
El niño estuvo sumergido hasta el cuello en las aguas heladas por casi cinco minutos, luchando por mantenerse a flote mientras esperaba ayuda.
Un rescate grabado en video
El momento del rescate quedó registrado en la cámara corporal de la policía. En las imágenes se ve cómo el oficial Brosonski se asegura con una cuerda antes de lanzarse al lago para salvar a Ben. En menos de un minuto, logró sacarlo del agua y llevarlo sano y salvo a la orilla.
“Toda la experiencia fue abrumadora, pero no puedo imaginar cómo se sintió Ben en ese momento. Probablemente fue aún más difícil para él que para cualquiera de nosotros”, comentó Brosonski al recordar el dramático momento.
Un agradecimiento que conmovió a todos
Durante la reunión con los oficiales, Ben entregó una carta a su rescatista que dejó sin palabras a todos los presentes.“Arriesgaste tu vida para salvarme. La mayoría dirá: ‘solo hago mi trabajo’, pero para mí es mucho más que eso. Te debo la vida. Sinceramente, Ben Santos”, escribió el niño.Al leer la carta en voz alta, el oficial Brosonski no pudo ocultar su emoción.Afortunadamente, Ben no sufrió heridas y pudo regresar a la escuela al día siguiente. Con esta experiencia, aprendió una lección valiosa y quiere compartirla con otros niños: “Dios me dio otra oportunidad… así que estoy muy agradecido por eso”.
Las autoridades explicaron que el lago Franklin tiene una profundidad de entre cuatro y siete pies. Fue cuestión de suerte que Ben cayera en un área donde el agua no le cubría completamente. De no haber sido por la rápida intervención de los rescatistas, el desenlace pudo haber sido otro.Esta historia es un recordatorio de la importancia de la valentía y la solidaridad. Gracias al heroísmo de un policía y la gratitud de un niño, hoy el mundo conoce una historia que inspira y nos recuerda el poder de los actos desinteresados.
