Salvaron la vida de muchos perritos pero quedaron endeudados por casi 3,000 dólares

Adopciones Quilmes, una organización dedicada a rescatar perros y gatos abandonados en situaciones extremas, enfrenta una deuda abrumadora de más de 2.635 dólares. A pesar de las dificultades financieras, su compromiso con los animales no ha flaqueado. Hace seis semanas, encontraron a un dogo argentino llamado Juan en la zona de Wilde. El perro tenía un ojo desprendido y un tajo en la cabeza. Aunque ya estaban sumidos en deudas, no pudieron ignorar la situación de Juan y decidieron ayudarlo.


«¿Que íbamos a hacer? ¿Dejarlo así a su suerte? Si no lo ayudábamos nosotras, no lo iba a hacer nadie», contaron en sus redes sociales. Así, una de las voluntarias, Andrea, acudió al rescate a pesar de la hora avanzada. Desde 2008, esta organización ha trabajado incansablemente para rescatar animales, curar sus heridas y encontrarles hogares responsables.

Un esfuerzo constante, una deuda creciente

Graciela Ibarra, secretaria de la entidad, detalló la constante lucha financiera que enfrentan. A diario reciben nuevos animales que requieren tratamientos médicos costosos, operaciones e internaciones. Solo un día de internación puede costar cerca de 52 dólares, y con seis animales internados, la deuda diaria puede alcanzar los 316 dólares. Además, deben cubrir gastos en pipetas, antipulgas y alimento para las mascotas mientras esperan ser adoptadas. Actualmente, Adopciones Quilmes tiene 230 animales en tránsito esperando un hogar, con 170 de ellos en su propio refugio.


A pesar de las dificultades, el compromiso de la organización es firme: «Después de tanto esfuerzo, hacemos todo para que no vuelvan a la calle», afirmó Ibarra. La organización se asegura de que cada adopción sea segura y responsable, realizando un exhaustivo proceso de selección y seguimiento.

El costo de la indiferencia

El estado de salud en que se encuentran los animales rescatados refleja la indiferencia de algunas personas. Ibarra relató un caso reciente en el que un cachorrito fue encontrado llorando dentro de un tacho de basura, envuelto en una bolsa de plástico. «Alguien lo puso adentro de una bolsa, la cerró y la tiró», contó Ibarra, subrayando la crueldad que enfrentan a diario.

A pesar de las deudas y los desafíos, el equipo de Adopciones Quilmes sigue adelante, impulsado por su amor por los animales y su compromiso inquebrantable con aquellos que más lo necesitan.

Inzpira News

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