En distintos tribunales alrededor del mundo, una iniciativa conmovedora está marcando la diferencia para quienes enfrentan procesos judiciales difíciles. Perros especialmente entrenados han sido incorporados en las salas de audiencia para brindar apoyo emocional a víctimas que deben testificar contra sus agresores.
Estos canes, conocidos como perros de terapia judicial, no solo ofrecen compañía, sino que también ayudan a reducir la ansiedad y el estrés de quienes enfrentan situaciones traumáticas. Su presencia ha demostrado ser un recurso invaluable en casos de abuso, violencia doméstica y otros delitos sensibles.
Compañeros de apoyo en momentos difíciles
El proceso de testificar en un juicio puede ser una experiencia abrumadora para muchas víctimas, especialmente para niños y personas en estado de vulnerabilidad. Sentarse frente a un tribunal, revivir los hechos y enfrentar a los agresores genera altos niveles de tensión emocional.
Es aquí donde los perros de terapia juegan un papel fundamental. Con su sola presencia, ayudan a que las víctimas se sientan más seguras y acompañadas. Algunos incluso se acuestan junto a ellas o colocan su cabeza sobre sus piernas para transmitirles tranquilidad mientras relatan su testimonio.
Entrenamiento especializado para brindar consuelo
Estos perros no son mascotas comunes. Han sido cuidadosamente seleccionados y entrenados por expertos en terapia asistida con animales para reaccionar de manera adecuada en ambientes judiciales. Su misión es ofrecer consuelo sin interrumpir el proceso legal y adaptarse a las emociones de la persona que acompaña.
El entrenamiento incluye el desarrollo de habilidades para identificar señales de ansiedad, mantener la calma en entornos de alta tensión y generar un vínculo de confianza con la víctima sin necesidad de comunicación verbal.
Un impacto positivo en la justicia
El uso de perros de terapia en tribunales no solo ha brindado alivio emocional a las víctimas, sino que también ha demostrado mejorar la calidad de sus testimonios. Al sentirse más tranquilas, las personas pueden relatar los hechos con mayor claridad y precisión, lo que contribuye a que el proceso judicial sea más efectivo. Esta iniciativa ya se ha implementado en varios países, y su éxito ha llevado a que cada vez más sistemas judiciales la consideren una herramienta clave en la protección de las víctimas.
Más que simples acompañantes, estos perros se han convertido en verdaderos aliados para quienes enfrentan uno de los momentos más difíciles de sus vidas. Su amor incondicional y capacidad para transmitir calma han cambiado la manera en que muchas víctimas experimentan el proceso judicial, brindándoles fortaleza y seguridad en su camino hacia la justicia.
