¡París hace historia! Los Juegos Olímpicos de París 2024 logran paridad de género en atletas

Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, París 2024 contará con la misma cantidad de atletas hombres y mujeres: 5250 cada uno. Aunque esta paridad en la participación deportiva es un gran avance, la igualdad no ha llegado a los cargos ejecutivos y de entrenadores, roles que siguen siendo mayoritariamente masculinos.


Historia de la inclusión femenina

Desde la reanudación de los Juegos Olímpicos en el siglo XIX, las mujeres han luchado por la igualdad en la participación. En 1896, no hubo mujeres atletas, y en 1900 solo unas pocas. La representación femenina alcanzó el 49% en Tokio 2020 y el 45% en Río 2016. Esta evolución demuestra un progreso, aunque la verdadera igualdad aún enfrenta desafíos significativos tras bastidores.

En Tokio 2020, Seiko Hashimoto se convirtió en la presidenta del comité organizador tras la destitución de Yoshiro Mori por comentarios misóginos. Hashimoto aumentó la participación de mujeres en la directiva de 7 a 19. Sin embargo, solo el 10% de los entrenadores y menos del 40% de los puestos ejecutivos en los comités son ocupados por mujeres.

En 2014, el Comité Olímpico Internacional (COI) recomendó fomentar la igualdad de género. Aunque el COI celebra la paridad en atletas para París 2024, las federaciones internacionales aún mantienen diferencias en las pruebas femeninas y masculinas. Las carreras femeninas son más cortas, los equipos más ligeros y los recintos más pequeños, lo que perpetúa la discriminación y los desequilibrios.


Historia de las mujeres en los Juegos Olímpicos

Las mujeres no participaron en los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1886. En la Grecia antigua, solo los hombres podían competir, y lo hacían desnudos para demostrar su masculinidad. En 580 a.C., se crearon los Juegos Hereos para mujeres en honor a Hera. Sin embargo, con la llegada del Cristianismo en 393 d.C., las competiciones fueron eliminadas por considerarse paganas.

La inclusión femenina en los Juegos Olímpicos modernos comenzó a principios del siglo XX. Alice Milliat, una atleta francesa, luchó por la inclusión de las mujeres en el atletismo y organizó los Juegos Olímpicos Femeninos entre 1921 y 1926. Estos eventos llevaron a la participación femenina en cinco pruebas en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928, aunque en condiciones desiguales comparadas con los hombres.

El camino hacia la igualdad

Hoy, las mujeres representan el 50% de los atletas en París 2024, un logro significativo, aunque las condiciones de entrenamiento y el respeto en los medios siguen siendo desafíos. El Informe Mundial sobre la Brecha de Género 2023 del Foro Económico Mundial estima que se necesitarán 131 años para alcanzar la paridad plena. Las mujeres esperan lograr una participación equitativa en todos los ámbitos deportivos, incluidos los roles de entrenadoras y ejecutivas, así como mejores recursos y respeto en la cobertura mediática.

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