Rubén Flowers Sr. y su hijo, Rubén Flowers Jr., decidieron rendir homenaje a su historia familiar recreando una emotiva fotografía tomada hace 30 años. En aquella imagen original de 1994, un pequeño Rubén era apenas un bebé en los brazos de su padre. Hoy, convertido en piloto, volvió a posar junto a él en el último vuelo de su papá con la aerolínea Southwest.
Un último vuelo lleno de recuerdos
El momento elegido para la recreación no fue casual: coincidió con el último viaje de Rubén Sr. como piloto antes de retirarse. Volaron juntos de Omaha a Chicago, rodeados por siete miembros de la familia que también han dedicado su vida a la aviación. Con una foto de cabina como referencia, padre e hijo se fundieron en una escena que atravesó generaciones y emocionó a quienes conocen su historia.
La imagen, ahora con ambos en uniforme de piloto, no solo representa el paso del tiempo, sino también el legado, la pasión compartida y el orgullo de una familia que ha hecho del cielo su segundo hogar.
Una inspiración que cruza generaciones
Más allá del gesto simbólico, Rubén y su hijo quieren inspirar a otros a seguir sus sueños, sin importar cuánto tiempo pase. Su historia demuestra cómo el amor por una vocación puede transmitirse de padres a hijos y dejar una huella imborrable.
Con esta nueva foto, la familia Flowers celebra la continuidad de un sueño que comenzó hace más de tres décadas y que, con seguridad, seguirá volando alto.
