Carter Bresee, un niño de 7 años con dos extrañas afecciones de la piel, vivió un momento transformador esta semana. La cirugía que tanto esperaba finalmente llegó, brindándole la oportunidad de cerrar los ojos con normalidad por primera vez en su vida.

Un día especial antes del procedimiento
El lunes fue un día importante para Carter. Antes de someterse a la cirugía, cumplió un deseo que tenía desde hace tiempo: visitar la playa en San Diego. Acompañado por su madre, Shai Bresee, y tomado de la mano de la reportera Victoria Saha, Carter sintió la arena y el agua del océano por primera vez. «Quiero ir al agua», expresó emocionado.
Mientras miraba las olas, sabía que este sería su último vistazo al mundo antes de la operación. «Me van a poner a dormir y después voy a estar ciego por un tiempo», comentó con valentía.

Una cirugía que marca un antes y un después
Carter enfrentaba dificultades para abrir y cerrar los ojos, lo que le causaba constantes molestias y problemas de visión. La intervención, realizada en UC San Diego, incluyó un injerto de piel y la reparación de sus párpados.
“Podré parpadear y mis ojos no estarán llorosos todo el tiempo”, explicó Carter, quien, a pesar de su nerviosismo, se mostró optimista sobre los resultados.
Su madre destacó la fortaleza y el espíritu positivo de su hijo. «Él sabe que no será fácil y que sentirá dolor, pero también entiende que será temporal y que el alivio será mayor que cualquier molestia», afirmó Bresee.

El apoyo de personas de todo el país
Muchas personas se solidarizaron con Carter y su familia, ofreciendo donaciones para cubrir parte de los costos del procedimiento. Su madre expresó su alivio al saber que ahora pueden concentrarse en la recuperación sin preocupaciones económicas. «No se puede poner precio a la tranquilidad de saber que podremos relajarnos y enfocarnos en ayudarlo durante este proceso», mencionó.
Después de la exitosa operación, Carter permanecerá en San Diego durante una semana para su recuperación. Luego, asistirá a citas de seguimiento antes de regresar a su hogar en Las Vegas. Con este nuevo capítulo en su vida, podrá disfrutar de cosas que antes eran imposibles, como cerrar los ojos y dormir sin molestias.
La historia de Carter es un recordatorio del poder de la resiliencia y la esperanza.