En los Juegos Paralímpicos de París 2024, Illia Yaremenko y Oleksii Virichenko, dos nadadores ucranianos, decidieron no posar junto al campeón bielorruso Ihar Boki en el podio, como señal de protesta por la guerra que atraviesan. Ambos deportistas, ganadores de las medallas de plata y bronce en la categoría S13 de natación, optaron por distanciarse del medallista de oro, enviando un mensaje silencioso en relación con el conflicto entre Rusia y Ucrania.
La protesta en el ámbito deportivo
Yaremenko y Virichenko celebraron sus triunfos apartados de Boki, manteniéndose a una considerable distancia en el podio. Mientras Boki recibía su medalla de oro, los ucranianos compartieron el momento sin acercarse al campeón. Aunque no hicieron declaraciones, su acción transmitió una postura clara respecto a la situación que afecta a Ucrania, y recordaron cómo el deporte puede convertirse en un espacio de expresión frente a situaciones de gran impacto mundial.
A pesar de competir bajo una bandera neutral, la nacionalidad bielorrusa de Boki no pasó desapercibida para los nadadores ucranianos, quienes decidieron mantener esa separación, reflejando la realidad que atraviesan sus países. El deporte, aunque fomenta la unión y la competencia sana, también refleja las tensiones y desafíos que enfrentan los atletas.
Atletas ucranianos mantienen su lucha visible
Los eventos deportivos ofrecen una plataforma con alcance mundial, y los atletas ucranianos buscan aprovecharla para seguir visibilizando el conflicto en su país. Tras más de dos años de guerra, los deportistas continúan utilizando su presencia en competencias globales para mantener en el centro de atención la invasión rusa a Ucrania.
Durante los Juegos Paralímpicos de París, los nadadores ucranianos Illia Yaremenko y Oleksii Virichenko, ganadores de plata y bronce en la categoría S13, manifestaron su postura al rechazar saludar o compartir un selfie con el campeón Ihar Boki, quien obtuvo el oro, como Bielorrusia, que ha desempeñado un papel activo en el conflicto. Los nadadores ucranianos, en señal de oposición, celebraron juntos sus medallas, mientras Boki mostraba la suya solo, acompañado por el himno paralímpico y una bandera blanca con la inscripción «AIN» (Atleta Individual Neutral).
El deporte como reflejo de la realidad
El gesto de Yaremenko y Virichenko dejó claro que el deporte no está exento de las tensiones que sacuden al mundo. Los Juegos Paralímpicos de París 2024 evidenciaron cómo los atletas también llevan consigo las vivencias y realidades de sus países, y en esta ocasión, su acción silenciosa resonó a nivel global. Aunque el podio es un espacio de celebración y éxito personal, las decisiones tomadas en esos momentos pueden hablar más que las palabras, mostrando la profunda conexión entre el deporte y la realidad que vivimos.