Joven prepara huevitos de Pascua para compartir en comedores y hogares de ancianos. Isaías es un adolescente de 17 años y su iniciativa va más allá de simplemente hacer huevitos de chocolate.
Después de una charla familiar, esta tradición se ha convertido en una expresión de amor y solidaridad. Con el apoyo de sus padres, Isaías dedica su tiempo libre después de la escuela para elaborar los dulces, con el objetivo de llevar alegría a comedores y hogares de ancianos en Pascua.
Para este muchacho, la Pascua representa un renacimiento personal y la oportunidad de brindar alegría a aquellos que podrían necesitarlo. Aunque su infancia estuvo marcada por dificultades económicas, hoy encuentra en esta labor una forma de compartir su amor con los demás.
Con paciencia y dedicación, prepara los huevitos de chocolate, asegurándose de cada detalle para que sean un regalo especial. A lo largo de los años, su proyecto solidario ha crecido con la ayuda de sus padres, donaciones de materiales y el apoyo de la comunidad.
Mientras se prepara para repartir sus creaciones este fin de semana, Isaías reflexiona sobre su motivación para llevar a cabo esta acción. Inspirado por la experiencia de sus padres, que enfrentaron dificultades similares, Isaías desea brindar un poco de alegría a aquellos que podrían estar pasando por momentos difíciles.
A pesar de su generosidad, Isaías también tiene metas personales para el futuro. Actualmente cursa sus últimos años en la escuela secundaria y aspira a convertirse en médico, con el objetivo de seguir ayudando a los demás.
Para Isaías, la elaboración de estos huevitos de chocolate no es solo una tradición, sino una expresión tangible de su deseo de hacer del mundo un lugar más amable y solidario.