El parlamento iraquí aprobó una enmienda que da prioridad a las interpretaciones islámicas sobre los derechos individuales y familiares, permitiendo que niñas de nueve años puedan contraer matrimonio. Esta decisión otorga mayor autoridad a los tribunales islámicos en temas como matrimonio, divorcio y herencias, debilitando la Ley de Estatus Personal iraquí, considerada una de las más progresistas de la región.

Bajo esta nueva legislación, los clérigos podrán determinar las reglas del matrimonio según su interpretación de la ley islámica. La congregación chií de los Jaafari establece que una niña de nueve años ya puede casarse, criterio que influenció la aprobación de esta reforma.
Hasta ahora, la ley iraquí fijaba la edad mínima para casarse en 18 años, aunque permitía excepciones a los 15 años con la autorización de un juez. Sin embargo, Unicef estima que cerca del 28% de las mujeres iraquíes ya se casan antes de la edad legal a través de matrimonios religiosos no reconocidos oficialmente.
Un proceso lleno de polémica
Desde 2014, grupos conservadores chiíes han intentado legalizar el matrimonio infantil sin éxito. En agosto de 2024, reactivaron la propuesta, lo que provocó multitudinarias protestas de mujeres y jóvenes en varias ciudades del país.

El diputado independiente Sajjad Salem calificó la aprobación como «un retroceso histórico», mientras que la legisladora Nour Nafe denunció que la votación se llevó a cabo sin el debido proceso y con un número mínimo de parlamentarios presentes.
Alya Nassif, otra diputada chií, expresó su rechazo llamando a la propuesta «una amenaza para la sociedad y las familias», además de señalar que la reforma no tiene un respaldo legal sólido, sino que consiste en «dos hojas de papel con ideas arbitrarias».
Impacto en la sociedad iraquí
La nueva ley también afecta los matrimonios mixtos, obligando a las parejas de distintas sectas a registrarse bajo la confesión del esposo. Para Yanar Mohammed, presidenta de la Organización para la Libertad de las Mujeres en Irak, esto significa que los tribunales civiles perderán relevancia, dejando a muchas mujeres sin acceso a derechos como la pensión alimenticia o la custodia de sus hijos.

Analistas consideran que esta reforma se aprobó como parte de un paquete de concesiones entre distintos sectores políticos. Como parte del mismo acuerdo, el parlamento también aprobó una amnistía general que beneficia a centenares de detenidos suníes y una ley de restitución de tierras que favorece a familias kurdas.
El presidente del parlamento, Mahmoud al-Mashhadani, celebró la aprobación del paquete de reformas, asegurando que representa «un paso importante hacia la justicia y la organización de la vida cotidiana en Irak».
Sin embargo, organismos internacionales y activistas advierten sobre los riesgos que esta legislación supone para las niñas y mujeres en Irak, y temen que abra la puerta a nuevas restricciones sobre sus derechos en los próximos años.