Familiares y amigos de Lyle y Erik Menéndez, quienes han pasado más de 30 años en prisión por asesinar a sus padres en 1989, hicieron un llamado público para que los liberen. Alegan que, en su adolescencia, ambos sufrieron abusos sexuales por parte de su padre, lo que los llevó a cometer los crímenes.
Un caso que impactó a Estados Unidos
El asesinato de Kitty y José Menéndez, ocurrido en su casa de Beverly Hills, generó uno de los juicios más seguidos en la historia del país. Los hermanos admitieron haber disparado contra sus padres, pero argumentaron que lo hicieron en defensa propia tras años de abusos. A pesar de esta defensa, en 1995 los condenaron a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Durante el juicio, no permitieron que se presentaran testimonios clave relacionados con el abuso, lo que dejó fuera información importante que podría haber cambiado el resultado.
Un renovado pedido de justicia
Este miércoles, frente a un tribunal en Los Ángeles, la familia de los Menéndez, junto a su abogado, exigió una revisión del caso. Afirmaron que, si el juicio se llevara a cabo hoy, con una mejor comprensión del abuso sexual y el estrés postraumático, el veredicto habría sido diferente.
Anna Maria Baralt, sobrina de José Menéndez, comparó su situación con lo que habrían enfrentado si fueran mujeres: “Si fueran las hermanas Menéndez, no estarían detenidas”, señaló. Explicó que los hermanos fueron «brutalizados de las formas más horribles» por su padre.
Nuevas pruebas y un posible nuevo juicio
El fiscal de distrito de Los Ángeles, George Gascón, está revisando pruebas recientes relacionadas con el abuso sexual que los hermanos denunciaron. Una de estas pruebas es una carta escrita por Erik Menéndez a un familiar antes del asesinato, en la que menciona el abuso cometido por su padre. La revisión del caso podría derivar en dos resultados: una reducción de la sentencia o un nuevo juicio.
La familia de los Menéndez insiste en que este caso no trata sobre política, sino sobre la búsqueda de justicia y verdad. Esperan que, después de más de tres décadas, las circunstancias que rodearon el crimen se reconozcan y los hermanos puedan obtener su libertad.
Una resolución esperada tras 34 años
Con la audiencia programada para finales de noviembre, los familiares de Lyle y Erik Menéndez esperan que el fiscal recomiende reducir la sentencia. Esta medida podría permitir que los hermanos recuperen su libertad si el juez así lo autoriza.