En un esfuerzo por enfrentar la creciente crisis de contaminación, China ha lanzado un proyecto innovador para transformar la ciudad de Liuzhou en una «ciudad bosque».
Este ambicioso plan, diseñado por el estudio de arquitectura italiano Stefano Boeri Architetti, busca mejorar la calidad del aire y crear un entorno más sostenible.
Un proyecto verde para el futuro
Liuzhou, ubicada en el sur de China, no es actualmente la ciudad más afectada por la contaminación, pero su calidad del aire podría deteriorarse con el tiempo. Para prevenir esto, Stefano Boeri Architetti ha diseñado un proyecto que incorpora árboles y plantas en las fachadas de todos los edificios de la ciudad, incluyendo escuelas, hospitales, oficinas, centros comerciales y viviendas sociales. Según Stefano Boeri, director del estudio, «Los edificios de la ciudad tendrán árboles y plantas en sus fachadas, creando un entorno verde y saludable para sus habitantes».
Impacto ambiental positivo
El proyecto de la ciudad bosque incluirá un millón de plantas y 40,000 árboles, con capacidad para albergar a 30,000 personas. Se estima que Liuzhou absorberá 10,000 toneladas de CO2 al año y producirá 900 toneladas de oxígeno, contribuyendo significativamente a la mejora de la calidad del aire y al bienestar de sus residentes.
Inspiración global y aprobación local
Esta no es la primera vez que Stefano Boeri crea edificios verdes; un diseño similar fue construido en Milán, con un complejo de dos torres. La oficina de planificación urbana de la Municipalidad de Liuzhou ya ha aprobado el plan, mostrando un compromiso firme con la sostenibilidad y la innovación urbana.
El proyecto de Liuzhou no solo busca enfrentar la contaminación, sino también inspirar a otras ciudades del mundo a adoptar soluciones ecológicas y sostenibles. La visión de una ciudad integrada con la naturaleza es un ejemplo de cómo la arquitectura puede contribuir a un futuro más limpio y saludable para todos.
