La Fiscalía de Buenos Aires ha tomado un giro inesperado en el caso de la muerte del músico británico Liam Payne, ocurrida en Argentina el pasado 16 de octubre. La investigación apunta ahora contra tres personas: un acompañante de Payne durante su estadía, un empleado del hotel y un presunto vendedor de drogas. La fiscalía los ha imputado por los delitos de abandono de persona seguido de muerte, suministro de drogas y facilitación de estupefacientes, y ha solicitado su detención e indagatoria. Los próximos pasos dependen ahora de la decisión del juez a cargo del caso.
Detalles de la investigación
El cantante, conocido por su carrera en One Direction, falleció al caer desde el tercer piso de su habitación en el hotel Casa Sur, en Palermo. Según los estudios toxicológicos realizados, Payne estaba bajo los efectos de una mezcla de alcohol, cocaína y un antidepresivo recetado. La Fiscalía, encabezada por Andrés Madrea, ha basado su investigación en una minuciosa recolección de pruebas: declaraciones de empleados del hotel, allegados y médicos, análisis de 800 horas de grabaciones de cámaras de seguridad, revisión de su teléfono y registros del hotel, entre otros procedimientos. Además, se han llevado a cabo nueve allanamientos en propiedades relacionadas con los imputados.
Las imputaciones
El fiscal ha imputado en primer lugar al acompañante del músico en Buenos Aires, acusándolo de abandono de persona seguido de muerte y suministro de drogas. El segundo implicado, un empleado del hotel, enfrenta cargos por dos suministros de cocaína al cantante. Por último, el tercer acusado, presunto proveedor de estupefacientes, fue identificado como el responsable de dos suministros detectados el 14 de octubre.
La fiscalía cuenta con pruebas de, al menos, cuatro suministros de drogas y otras formas de facilitación de consumo hacia Payne, promovidas por su entorno directo durante su estancia en el hotel entre el 13 y 16 de octubre.
Conclusiones de la autopsia
El informe de la autopsia, elaborado por el Cuerpo Médico Forense (CMF), concluyó que la muerte del cantante fue provocada por politraumatismos y una grave hemorragia, resultado de la caída desde el tercer piso del hotel. Los expertos no encontraron signos de intervención física de terceros. Además, señalaron que Payne no mostró reflejos para protegerse del impacto, lo cual indica que probablemente estaba en un estado de semi o total inconsciencia en el momento de la caída.
Informe psiquiátrico
Un informe adicional solicitado a una psiquiatra forense concluyó que la falta de reflejo de protección y el estado de consumo sugieren que Payne no estaba plenamente consciente, apuntando a una disminución significativa de su estado de alerta.
Mientras se espera la resolución de la jueza Laura Bruniard sobre las próximas acciones judiciales, el cuerpo de Liam Payne ya se encuentra en Londres, luego de su embalsamamiento en el Cementerio Británico de Buenos Aires, concluyendo así este capítulo trágico mientras la investigación sigue su curso.
