Esteban Valdés, hijo del inolvidable Ramón Valdés, quien dio vida al entrañable Don Ramón en El Chavo del 8, reapareció recientemente en una entrevista para recordar el lado más humano y afectuoso de su padre. Con palabras llenas de ternura, describió a un hombre que vivía el amor como su mayor virtud.

Más que un comediante, un padre amoroso
“Mi padre fue un ser humano con muchas virtudes y también con defectos, como todos”, comenzó Esteban. Pero si algo marcó su vida familiar, fue el cariño constante. “Era un hombre profundamente afectuoso. No solo nos abrazaba y nos besaba, sino que nos demostraba su cariño en todo momento”, compartió con emoción.
La imagen pública de Ramón Valdés como un hombre rudo y simpático contrastaba con su verdadera personalidad en casa: dulce, protector y siempre presente. “Hasta el día en que murió, nunca dejó de mostrarnos cuánto nos amaba. No era algo que solo decía: lo vivía, lo hacía sentir”, afirmó su hijo.

Un esposo ejemplar y un compañero de vida
Esteban también resaltó la relación de su padre con su madre. “Mi mamá se casó con el mejor hombre que pudo haber encontrado, porque él siempre estuvo ahí para apoyarla en todo”. Y agregó una frase que lo resume todo: “En muchos aspectos, fue como una segunda mamá para nosotros”.
Lejos del personaje que vivía endeudado con el Sr. Barriga y regañaba constantemente a la Chilindrina, Ramón Valdés fue, según su familia, un hombre lleno de valores, cariño y entrega absoluta a los suyos. Un legado de amor que va mucho más allá de la televisión.