El derrame de petróleo que afectó la provincia ecuatoriana de Esmeraldas ha contaminado el río del mismo nombre, provocando una crisis ambiental sin precedentes. Autoridades locales declararon la emergencia ambiental, mientras los habitantes intentan mitigar los daños y proteger sus fuentes de agua.
Un derrame con impacto devastador
El incidente ocurrió en el cantón Quinindé, donde una afectación en un oleoducto, aparentemente causada por un derrumbe, liberó grandes cantidades de crudo en el agua. Imágenes captadas en la zona muestran cómo el río ha cambiado de color y cómo el petróleo ha formado una capa espesa en sus laderas.
Los habitantes han reaccionado con rapidez, utilizando maquinaria para construir diques y canales de tierra con el objetivo de frenar la expansión del petróleo. Sin embargo, la contaminación ha afectado cultivos y tierras agrícolas. Fernando Gándara, un campesino de la zona, lamentó que sus hectáreas de cacao se hayan quemado debido a la presencia del crudo.
Medidas de emergencia y suspensión del agua potable
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Esmeraldas tomó la decisión de declarar la emergencia ambiental tras evaluar el impacto del derrame. Vilko Villacís, alcalde de la ciudad, señaló que la contaminación ha provocado daños sin precedentes, afectando el acceso al agua potable en toda la región.
Las autoridades municipales suspendieron el bombeo de agua desde el río Esmeraldas y solicitaron a la población racionar su consumo. Mientras tanto, equipos de respuesta trabajan en la contención del derrame.
Investigación en curso y respuesta de Petroecuador
La empresa estatal Petroecuador informó que activó un plan de contingencia para controlar la emergencia en el Sistema Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), el principal ducto de transporte de crudo del país. Aún no se ha determinado el volumen exacto del petróleo derramado.
En 2024, Ecuador produjo 475.000 barriles diarios de petróleo, de los cuales 72% se destinaron a exportación. El SOTE, con una capacidad de transporte de 360.000 barriles diarios, se extiende a lo largo de 497,7 kilómetros desde la Amazonía hasta la Costa del Pacífico.
La contaminación del río Esmeraldas representa una grave amenaza para el ecosistema local y las comunidades cercanas. Autoridades continúan evaluando el impacto y coordinando esfuerzos para evitar un daño ambiental irreversible.
