Con atrofia muscular espinal y una expectativa de vida de 10 años, ahora representará a Argentina en los Juegos Paralímpicos tres décadas después

La vida de Stefania Ferrando es un testimonio de lucha, perseverancia y superación. Nacida en Gualeguay, Argentina, en 1993, Stefania fue diagnosticada a los pocos meses de vida con atrofia muscular espinal tipo 2 (AME), una enfermedad genética hereditaria que afecta gravemente la motricidad. Los médicos le dieron a sus padres un pronóstico devastador: su hija no viviría más allá de los 10 o 15 años. Desde entonces, su vida y la de su familia dieron un giro inesperado, marcados por viajes constantes a Buenos Aires para tratamientos médicos y terapias.


Sin embargo, a pesar de las dificultades y la silla de ruedas que se convirtió en su compañera constante, Stefania logró superar las expectativas y hoy, tres décadas después de su diagnóstico, se prepara para representar a Argentina en los Juegos Paralímpicos de París 2024 en la disciplina de bochas adaptadas (Boccia). Este camino no fue sencillo; de hecho, Stefania no tomó conciencia de su discapacidad hasta la adolescencia, cuando una sesión de terapia grupal la confrontó con la realidad de su condición.

El deporte como motor de vida

Fue en 2013 cuando Stefania incursionó en el deporte, comenzando con natación. Sin embargo, debido a los desafíos que presentaba el frío invierno, esta disciplina no se pudo mantener de manera constante. Tres años después, por casualidad, descubrió las bochas adaptadas y en 2017 participó en su primer torneo nacional en Mar del Plata. Aunque inicialmente lo hizo por una razón poco relacionada con el deporte —quería conocer el mar—, la competencia cambió su perspectiva.


Stefania encontró en el deporte una motivación que la impulsó a seguir adelante a pesar de las limitaciones que la enfermedad imponía. «Me ayudó 100% a transitar mi enfermedad», afirma, reconociendo que el deporte de alto rendimiento la ha mantenido enfocada y conectada con sus objetivos a corto plazo, sin pensar en las restricciones de su condición.

De Mar del Plata a Tokio y París

El éxito no tardó en llegar. En 2017, Stefania ganó una medalla de plata en un torneo individual, lo que le abrió las puertas para concentrar con la selección argentina. Desde entonces, ha representado a su país en competiciones internacionales, incluyendo el Mundial de Bochas Adaptadas en Liverpool y el Abierto regional de San Pablo, donde obtuvo una medalla que le valió la clasificación a sus primeros Juegos Paralímpicos en Tokio.


Sin embargo, la experiencia en Tokio fue un baño de realidad. Aunque había llegado con grandes expectativas, Stefania se encontró con la magnitud y la dificultad del evento. «Fue un torneo que disfruté mucho, pero que también me hizo caer en la realidad de lo que estaba pasando», admite. A pesar de no obtener una medalla, Tokio fue un aprendizaje y una motivación para su próximo objetivo: París 2024.

El sueño de París y el orgullo de representar a Argentina

Determinada a mejorar su desempeño, Stefania se enfocó en clasificar a París 2024. Lo logró al obtener la medalla de oro en los Juegos Parapanamericanos de Chile 2023. Ahora, con más experiencia y claridad sobre quién es, Stefania se prepara para darlo todo en París, con la certeza de que ya ha ganado al poder llevar la bandera argentina y demostrar que las barreras se pueden romper.


«Ahora tengo mucho más claro quién soy y espero poder darlo todo», dice con convicción. Stefania sabe que su historia es un ejemplo de que, con esfuerzo y determinación, se puede lograr lo que uno se propone, sin importar las circunstancias. «Poder llevar esta bandera a todas las personas con discapacidad, la de poder romper barreras y demostrar que uno puede hacer lo que tenga ganas de hacer», concluye Stefania, lista para seguir inspirando con su camino de superación y éxito.

Inzpira News

Inzpira News