Científicos japoneses desarrollan un plástico reciclable que se descompone en agua de mar sin generar microplásticos

Un grupo de investigadores del Centro Riken de Ciencia de Materia Emergente en Japón, liderado por Takuzo Aida, ha logrado un avance revolucionario en la lucha contra la contaminación plástica de los océanos. El equipo ha creado un plástico reciclable llamado alquil SP2, que no solo se descompone completamente en agua de mar sin producir microplásticos, sino que también tiene múltiples aplicaciones en la economía circular, reduciendo significativamente el impacto ambiental de los residuos plásticos.


El descubrimiento, publicado el 22 de noviembre en la revista Science, presenta un material que combina seguridad alimentaria, resistencia y flexibilidad. Este plástico está elaborado con compuestos químicos no tóxicos que, al entrar en contacto con el agua de mar, se desintegran de forma completa sin dejar residuos dañinos para el medio ambiente. Además, los componentes que se liberan durante su disolución pueden ser recuperados y reutilizados en aplicaciones como la impresión 3D, dispositivos médicos y otras industrias.

Un plástico que beneficia al medio ambiente

El alquil SP2 no solo se destaca por su capacidad de descomposición en agua de mar, sino que también se degrada rápidamente cuando se entierra en el suelo. En menos de 10 días, este material desaparece por completo, dejando nutrientes que actúan como fertilizante para las plantas. Según los investigadores, esta propiedad adicional lo convierte en una solución única para gestionar los desechos plásticos, especialmente en regiones donde los plásticos desechados suelen terminar en rellenos sanitarios o vertederos al aire libre.


El material es completamente seguro para el entorno, ya que no libera dióxido de carbono durante su descomposición ni presenta riesgos de toxicidad. Su resistencia al fuego y sus características no inflamables lo hacen viable para un amplio rango de aplicaciones en diferentes sectores industriales.

Potencial impacto global

El desarrollo del alquil SP2 se presenta como una respuesta efectiva al problema global de la contaminación plástica, que ha alcanzado niveles alarmantes en los océanos y ecosistemas terrestres. Según estimaciones, los plásticos convencionales pueden tardar hasta 500 años en descomponerse, mientras que solo un 9% de los residuos plásticos generados en el mundo se recicla adecuadamente. Este nuevo material podría cambiar esa realidad, ofreciendo una alternativa sostenible que no solo reduce el tiempo de descomposición, sino que también aprovecha sus componentes para nuevas aplicaciones.


La economía circular es uno de los pilares de este avance. Los científicos destacan que el alquil SP2 podría integrarse en un sistema global que reutilice los materiales plásticos disueltos, creando un ciclo de uso responsable que beneficie tanto al medio ambiente como a las industrias.

Un modelo para el futuro

Takuzo Aida y su equipo han expresado su esperanza de que este avance inspire a otros países a adoptar tecnologías similares. “El plástico es un recurso valioso, pero no hemos pensado lo suficiente en su vida después del uso”, comentó Aida. “Con materiales como el alquil SP2, podemos aprovechar los beneficios del plástico sin comprometer la salud de nuestros océanos y ecosistemas”.


El desarrollo de este plástico biodegradable y reciclable marca un hito en la sostenibilidad, ofreciendo una solución innovadora para uno de los problemas más urgentes del planeta. Su implementación global podría transformar la forma en que las sociedades manejan el plástico, sentando las bases para un futuro más limpio y respetuoso con el medio ambiente.

Inzpira News

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