Un acto de profunda generosidad le salvó la vida a Helin Dinler, una bebé de 6 meses de Stirling, Escocia, que enfrentaba una dura batalla contra la Atresia Biliar, una rara enfermedad hepática. Este diagnóstico llegó poco después de su nacimiento, colocando a su familia en una carrera contra el tiempo para encontrar una solución.

El poder de las redes sociales
Ante la desesperación de ver a su hija empeorar, Anna Shushura, madre de Helin, decidió utilizar Facebook como último recurso. Publicó un mensaje buscando un donante que pudiera salvar la vida de su pequeña. La publicación, llena de esperanza y urgencia, pronto llegó a Letty Fenlon, una joven saltadora de espectáculos de 27 años de Yorkshire, Inglaterra. Letty no dudó en ponerse en contacto con Anna tras leer la historia.
El proceso para salvar a helin
Letty se sometió a una serie de pruebas para determinar si podía ayudar a Helin. Al confirmarse la compatibilidad, se preparó para una operación de seis horas que permitiría que parte de su hígado fuera trasplantada a la bebé. Con valentía y determinación, Letty ingresó al quirófano, y los médicos lograron realizar el trasplante exitosamente. El procedimiento le brindó a Helin la posibilidad de una nueva vida.

Ahora, tres meses después de la operación, Helin, que ya tiene 9 meses, muestra una increíble mejoría. Aunque sigue bajo supervisión médica, su progreso ha superado las expectativas, y los médicos celebran los avances que ha logrado en tan poco tiempo. La pequeña asiste a chequeos semanales para asegurar que todo sigue bien, pero su familia respira con más tranquilidad.
Un gesto de gratitud
Anna, emocionada, expresó su agradecimiento hacia Letty con palabras llenas de emoción: “Letty hizo por Helin algo que nunca podré agradecer lo suficiente. Le dio una segunda oportunidad en la vida, y eso no tiene precio. Estamos eternamente agradecidos con ella”. La historia de Helin y Letty ha tocado los corazones de muchos, demostrando cómo un simple gesto puede cambiar por completo el destino de alguien.

Este acto de bondad, nacido en las redes sociales, destaca la capacidad que tienen las personas para marcar la diferencia en las vidas de otros, incluso sin conocerse previamente. La historia de Helin y Letty es un recordatorio de que la empatía y la solidaridad pueden lograr lo inimaginable.