Ambientalistas ecuatorianos piden a China cesar la contaminación en las Islas Galápagos

El colectivo ecologista Ecoagents de Ecuador ha lanzado una firme solicitud al Gobierno de China, pidiéndole que ordene a su flota pesquera en el sureste del océano Pacífico que deje de arrojar basura cerca de las Islas Galápagos.


La contaminación amenaza a numerosas especies protegidas en este archipiélago ecuatoriano, considerado un santuario de biodiversidad.

Recolección de desechos plásticos

Cada año, Ecoagents y otros grupos ambientalistas recogen aproximadamente 160 toneladas de desechos plásticos en las costas de las Islas Galápagos. Una gran parte de estos desechos proviene de la flota pesquera china que opera en el Pacífico suramericano. Para visibilizar este grave problema, el colectivo organizó una movilización en Quito que culminó en un plantón frente a la Embajada de China, donde entregaron una petición formal exigiendo acciones concretas para detener el vertido de basura en el mar.

Fabián Lliguin, fundador de Ecoagents, destacó que durante las jornadas de limpieza en las playas se han encontrado numerosas botellas con marcas chinas, lo que indica claramente la procedencia de la contaminación. Lliguin advirtió sobre una “epidemia de contaminación” que está afectando gravemente a especies endémicas de Galápagos, como flamencos, pingüinos, pulpos y pequeños peces. Estos animales se ven obligados a abandonar su hábitat natural o, en el peor de los casos, a desaparecer debido a la acumulación de basura en su entorno.

Demanda de acción y corresponsabilidad

Ecoagents ha solicitado a la Embajada de China en Ecuador que ejerza su autoridad para detener el vertido de basura al mar por parte de sus marineros. Alberto Andrade, coordinador del colectivo Frente Insular, señaló que el problema se agrava entre los meses de julio y octubre, cuando las flotas pesqueras internacionales operan en la región ecuatorial frente a Sudamérica. Andrade explicó que la corriente marítima de Humboldt transporta los desechos hacia las costas de Galápagos y otras zonas de Ecuador.

Andrade subrayó la necesidad de una corresponsabilidad de las flotas pesqueras y un control adecuado de los residuos a bordo. Estimó que el 30 % de la basura recolectada en las islas proviene de embarcaciones asiáticas. Añadió que, aunque la basura se tira en aguas internacionales, lo que complica las reclamaciones, es esencial establecer una política regional conjunta para abordar el problema y responsabilizar a los causantes.


Esfuerzos y desafíos

El problema de los desechos plásticos en Galápagos no es nuevo. Hace más de 10 años, el equipo de Lliguin comenzó a limpiar y recoger botellas de plástico en las costas de Santa Cruz e Isabela, dos de las principales islas del archipiélago. Según cálculos de Ecoagents, cada año se retiran aproximadamente 160 toneladas de desechos de plástico en estas áreas. Sin embargo, estos esfuerzos no son suficientes sin una acción global y coordinada para detener el flujo de basura desde su origen.

La situación en las Galápagos refleja un problema global de contaminación marina. Las corrientes oceánicas como la de Humboldt no solo transportan desechos, sino que también actúan como vehículos de dispersión de contaminación, afectando diversas regiones. Por ello, Andrade insistió en que es fundamental una política regional que involucre a todos los países afectados y que establezca una responsabilidad jurisdiccional clara para los causantes de la contaminación.


Un llamado a la acción

Esta demanda de acción refleja la urgencia de proteger las Islas Galápagos y sus especies únicas de la amenaza de la contaminación marina. La comunidad internacional debe tomar medidas concretas para asegurar que estos ecosistemas preciosos y frágiles puedan sobrevivir y prosperar. La preservación de las Galápagos es una responsabilidad global que requiere un compromiso y esfuerzo continuo por parte de todos.

Inzpira News

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