En el Acuario de San Pablo, Brasil, un nacimiento histórico ha marcado un hito para la conservación de los osos polares. Nur, una pequeña osa nacida el 17 de noviembre de 2024, se convirtió en la primera cría de esta especie en nacer en Latinoamérica, un acontecimiento que genera esperanza en medio de la amenaza que enfrenta su hábitat natural debido al cambio climático.

Un nacimiento bajo supervisión constante
Nur es hija de Aurora, una osa siberiana de 263 kilos, y Peregrino, un oso polar ruso. Desde el momento en que los veterinarios confirmaron la gestación, el equipo del acuario implementó un riguroso protocolo de supervisión. El primer año de vida de un oso polar es crucial para su supervivencia, por lo que la cría recibe atención las 24 horas del día.
Cuando Aurora comenzó a alejarse del macho, los especialistas sospecharon que estaba embarazada, un comportamiento natural en las hembras de esta especie tras el apareamiento. Tras meses de espera, Nur finalmente salió de la cueva del acuario acompañada por su madre, deslumbrando con su tierna presencia y dando un paso importante en su adaptación.

Un símbolo de esperanza para la conservación
El nacimiento de Nur representa un logro en la preservación de los osos polares, cuya población enfrenta un declive debido al derretimiento del hielo en el Ártico. Su nombre, que significa «Luz» en árabe, simboliza la esperanza de que los esfuerzos de conservación puedan garantizar un futuro para su especie.
A medida que crece, los expertos seguirán monitoreando su desarrollo y bienestar, asegurándose de que reciba los cuidados necesarios para convertirse en un símbolo de resiliencia y conservación en Latinoamérica.