De una tienda de segunda mano a un museo: el jarrón de 4 dólares que resultó ser un tesoro maya

Anna Lee Dozier compró un jarrón en una tienda de segunda mano por solo 4 dólares, creyendo que era una simple réplica de cerámica maya. Sin embargo, años después descubrió que en realidad tenía en sus manos un artefacto auténtico con más de 1200 años de antigüedad. Ahora, la pieza se prepara para regresar a México, su lugar de origen.


Un jarrón que parecía solo un recuerdo

Hace cinco años, Dozier encontró el jarrón en una tienda de segunda mano en Clinton, Maryland. Estaba en una estantería de liquidación, y su apariencia antigua le llamó la atención. Como ha trabajado con comunidades indígenas en México, pensó que sería un bonito adorno para su hogar.

Sin embargo, su perspectiva cambió cuando visitó el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México. Mientras recorría la exhibición, se sorprendió al ver piezas mayas que se parecían mucho al jarrón que tenía en casa.


Confirmación de su autenticidad

Intrigada, Dozier contactó a la embajada de México, quienes enviaron fotografías y dimensiones del jarrón al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Poco después, recibió una noticia impactante: la pieza era auténtica y formaba parte de la cultura maya del período Clásico (200-800 d.C.), considerado su época de mayor esplendor.

El hallazgo no solo confirmó su autenticidad, sino que abrió la puerta a su repatriación. El jarrón representa un legado invaluable y, tras siglos de historia, se prepara para volver a su país de origen.


Regreso a México

El Instituto Cultural de México en Washington, DC, organizó una ceremonia oficial para celebrar la devolución del jarrón, con la presencia del embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán. La pieza será trasladada al Museo Nacional de Antropología antes de encontrar su destino final en otro museo del país.

Para Dozier, devolver el jarrón fue un acto de respeto. «Me gustaría que volviera a su lugar legítimo», comentó. Aunque también admitió sentirse aliviada: «Tengo tres niños pequeños y estaba aterrorizada de que, después de dos mil años, fuera yo quien lo arruinara».


Más que un objeto, un pedazo de historia

Muchas personas le preguntaron por qué no intentó vender el jarrón, considerando su posible alto valor en el mercado. Sin embargo, Dozier nunca lo dudó. «Devolverlo me hace sentir mucho mejor que si lo pusiera en eBay y ganara un montón de dinero», aseguró. Para ella, el significado cultural e histórico de la pieza no tiene precio.

Este caso destaca la importancia de preservar el patrimonio arqueológico y devolver piezas históricas a sus países de origen. Lo que alguna vez fue un simple hallazgo en una tienda de segunda mano, ahora será una pieza clave en la historia de México.

Inzpira News

Inzpira News