Roman Oleksiv, un niño ucraniano de 7 años, sufrió quemaduras severas en todo su cuerpo tras un ataque con misiles en julio de 2022, en el que perdió a su madre. A pesar de las dificultades, nunca abandonó su sueño de convertirse en bailarín profesional. Su inspiradora historia ahora forma parte de un cortometraje dirigido por el cineasta Kostiantyn Bidnenko.
Una historia de resiliencia y esperanza
Después de más de 30 cirugías de injerto para reconstruir su rostro y un año de recuperación, Roman finalmente pudo retomar su pasión por el baile en 2023. Su determinación llamó la atención de Bidnenko, quien decidió llevar su historia a la pantalla como parte de su proyecto de maestría en la Universidad de Londres.
«Vi una noticia sobre lo que le había sucedido a Roman. Para mí, se convirtió en un símbolo de todos los niños que sufren por las guerras», expresó el director.
La producción y el reconocimiento internacional
El cortometraje se rodó en el campus de la escuela de cine Goldsmiths en New Cross, Londres. Para lograr la ambientación, el equipo utilizó un parque cercano para las escenas al aire libre y transformó un aula en un hospital. Los actores fueron seleccionados con la ayuda de una organización ucraniana en Londres.
La película ha obtenido gran reconocimiento, ganando un premio en el Festival de Cine de Cambria en California y participando en otros certámenes de cortometrajes. Además, fue presentada al Papa Francisco durante una reunión mundial sobre la protección de los niños en zonas de guerra.
Un homenaje que trasciende fronteras
Para Bidnenko, el mayor reconocimiento no proviene de los premios, sino de la reacción de Roman y su padre al ver la película. «Lo más importante para mí es que disfrutaron de la forma cuidadosa en que manejamos su historia», afirmó el director.
Esta obra no solo rinde homenaje a Roman, sino que también visibiliza el sufrimiento de los niños afectados por los conflictos bélicos, enviando un poderoso mensaje de resiliencia y esperanza.
