Teddy, un adorable perro de terapia, se ha convertido en parte esencial de la comunidad escolar en la escuela primaria católica Our Lady Queen of Peace, ubicada en Litherland, Reino Unido. Después de la pandemia de COVID-19, la escuela decidió introducirlo para ayudar a los niños a adaptarse a la nueva normalidad. Desde entonces, Teddy ha brindado alegría, consuelo y apoyo emocional a todos los estudiantes que lo reciben con sonrisas cada mañana.
Un compañero que detecta la ansiedad y brinda consuelo
Teddy no solo da la bienvenida a los estudiantes; también posee la capacidad de detectar la ansiedad y ofrecer consuelo durante los momentos de transición. Los niños, al verlo, encuentran un alivio emocional que mejora su bienestar general. Además, Teddy participa activamente en diversas iniciativas de salud mental dentro de la institución.
Una de las actividades más destacadas será su participación en la Semana de la Salud Mental Infantil, que se celebrará en febrero de 2025. Durante este evento, la escuela se enfocará en fomentar la autoconciencia, ayudando a los niños a reconocer y gestionar sus emociones.
Parte de un proyecto que transforma vidas
La escuela Our Lady Queen of Peace forma parte del proyecto INEOS Forgotten 40, una iniciativa que busca apoyar a los niños que viven en las áreas más desfavorecidas del Reino Unido. Gracias a este proyecto, la institución implementa estrategias para cuidar la salud mental de sus estudiantes.
Además de la compañía de Teddy, la escuela celebra los cumpleaños de los estudiantes cuyos padres no pueden costear una celebración. También utiliza rastreadores de estado de ánimo matutinos para monitorear el bienestar emocional de cada niño y ofrecer apoyo cuando es necesario.
Apoyo profesional y cuidado diario
Para garantizar el bienestar de Teddy y la seguridad de los estudiantes, dos líderes de salud mental capacitados y el personal de primeros auxilios supervisan sus actividades durante el horario escolar. Después de un día lleno de juegos, compañía y cariño, la directora Maria Richardson se encarga de llevar a Teddy a casa para que descanse y recargue energías.
La presencia de Teddy ha demostrado que un perro de terapia puede marcar una gran diferencia en la vida escolar de los niños. Su capacidad para generar confianza, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo de los estudiantes lo ha transformado en un verdadero héroe de cuatro patas. Cada mañana, cuando Teddy se sienta en la entrada de la escuela con su mirada amigable y su cola en movimiento, recuerda a todos que el bienestar emocional y la salud mental son tan importantes como cualquier lección en el aula.
