Iván Davidovich, un joven de 24 años con parálisis cerebral, ha desarrollado un sistema de comunicación para personas con discapacidades que les permite vivir de manera más independiente. Esta iniciativa nació como su tesis de Diseño Multimedial en la Escuela Da Vinci y ya se ha implementado en un reconocido hotel. Iván comparte su sueño de un mundo inclusivo y de poder ir a un restaurante y pedir su comida solo.
Un sueño inclusivo
Iván explica con orgullo que su proyecto se centra en los sistemas de comunicación alternativa aumentativa (SCAA). Estos sistemas utilizan tableros de comunicación y plantillas imprimibles con pictogramas para que las personas con dificultades de comunicación puedan expresar sus necesidades y deseos. Su meta es clara: eliminar las barreras de comunicación en todos los ámbitos. Iván comenta: «Quiero que todos puedan tener su voz y vivir sin limitaciones».
El proyecto de Iván ya ha sido implementado en el hotel Howard Johnson en Chascomús. Junto a un diseñador, desarrolló una aplicación con audio descripción que permite a los usuarios interactuar con el personal del hotel de manera independiente. También crearon un menú inclusivo con imágenes ilustrativas y descripciones en audio para facilitar la comprensión de los platos. Iván destaca la importancia de las capacitaciones para el personal en la implementación de estos sistemas.
Inspiración y motivación
Iván, a pesar de no poder hablar, utiliza un dispositivo llamado Tobii Dynavox, que le permite comunicarse a través de sus ojos. Este dispositivo le ha permitido completar sus estudios y fundar una agencia llamada Deuna, dedicada a crear soluciones creativas e inclusivas para diversos entornos. Iván afirma: «Quiero un mundo donde todos podamos tener nuestra voz. Mi meta es generar conciencia sobre la importancia de la inclusión».
Iván invita a más personas, empresas y gobiernos a sumarse a su causa y a diseñar espacios inclusivos. «Nuestra filosofía es diseñar para todos. Quiero contagiar las ganas de dar oportunidades para todos», dice con esperanza. Su determinación y visión para un futuro inclusivo son un ejemplo inspirador de cómo una sola persona puede marcar la diferencia en la vida de muchos.
Un futuro prometedor
Iván Davidovich, con su enfoque en la inclusión y la accesibilidad, nos muestra que los sueños pueden convertirse en realidad con dedicación y pasión. Su historia es un recordatorio de que todos merecemos tener nuestra voz y vivir en un mundo sin barreras. «Sé que voy a lograrlo», concluye Iván, confiado en que su trabajo seguirá generando un cambio positivo y duradero.
